En una entrevista concedida a FARO en abril pasado, con motivo de la caminata solidaria organiza en homenaje a él por las mujeres rurales As Saíñas, Dadín afirmaba que la leucemia le había cambiado mucho la vida. "Ahora no pienso en lo que me gustaría comprar, si no en lo que me gustaría hacer", declaró.

El cambadés afirmaba que tras recibir un diagnóstico de esa naturaleza "se te viene el mundo encima", pero añade que "pasado un tiempo pensé que había que tirar para adelante y punto. No podía pensar en lo malo".

Dadín indicaba que en el caso de la leucemia no puede hablarse de "curación", si no de "remisión" de la enfermedad, y que en este sentido, la dolencia le había remitido tras las sesiones de quimioterapia en Pontevedra.

Pero admitía, tras su ingreso reciente en el Álvaro Cunqueiro de Vigo, que "tengo que someterme a un seguimiento continuo, a revisiones semanales".

"Ahora valoro más las cosas que no son materiales. Le doy más valor a cosas pequeñas, como el simple hecho de ir a dar un paseo hasta la playa o de quedar con alguien para tomar un café", remachaba el cambadés.