Desde que comenzó la temporada veraniega, e incluso antes, prácticamente en todos los arenales de A Illa se ha registrado algún tipo de incidente con bañistas tras ser sorprendidos extrayendo el marisco. "Ha sido un no parar y no nos va a quedar otra que reforzar las vigilancias e incrementar el número de mujeres que participan en ellas, porque el verano que se avecina promete ser extremadamente complicado", reconoce Dios Castro.

La propia presidenta de la OPP-20 tuvo ayer algún altercado en las playas con personas que "ni se cortan cuando nos ven y parece que, encima, se están riendo de robarnos nuestro trabajo, porque ese marisco no está ahí de casualidad, sino que es gracias al esfuerzo de las mariscadoras, que nos encargamos de sembrarlo y cuidar las playas".

Las mujeres también se ven expuestas a insultos y vejaciones por parte de aquellos bañistas que aprovechan la jornada de playa para conseguir un buen puñado de almejas, que, en más de una ocasión, ha llegado a superar la decena de kilogramos.