Una de las obras más inminentes del Concello al parecer es la que se va a realizar en la calle Castelao, pues el alcantarillado de la zona se encuentra en un estado catastrófico, y según explica Outeiro la renovación se realizará como muy tarde a principios de septiembre, por lo que puede que las obras en la calle principal en pleno verano sean un problema añadido más para la circulación en el municipio.

Seguramente, al cambio de tuberías seguirá la peatonalización de la calle, una de las propuestas estrella del gobierno de Cacabelos. Se hará a cargo del Plan Concellos de la Diputación, de ahí la urgencia si no se quiere perder la partida.

Otras de las calles que necesitan cambios inminentes, según ha explicado el BNG son Alexandre Bóveda, Raposeira, Holanda, Aguieira o la arteria principal de Luis Antonio Mestre, que requiere de una inversión "muy importante", por lo que se busca financiación en la Xunta de Galicia para realizar las obras. Para las otras, no hay dinero, con lo cual la intención es aprovechar las obras que Gas Natural realiza en la localidad para hacer los cambios y ahorrarse un dinero. Pero hay un problema, la empresa no tiene demasiados abonados en el municipio, por lo que de momento no está previsto que se levanten muchas más calles para realizar instalaciones. Esta circunstancia obligaría al concello a buscar un plan alternativo o a buscar financiación en otros organismos para poder realizar las obras, al menos en el casco urbano, en los depósitos de agua que están más deteriorados, y en los barrios que llevan abandonados décadas por gobiernos anteriores.

Además de las tuberías, señala Outeiro, está el problema de las depuradoras. Outeiro señala que la depuradora de Rons tarda 72 horas en hacer un ciclo de depurado del agua, mientras que la de San Vicente, debido al sistema químico del que está dotada lo hace en 30 minutos.