"La idea se me ocurrió un domingo yendo a misa cuando la situación por la crisis estaba tan mal que veías que mucha gente no tenía para comer" explica el párroco de San Vicente de Nogueira, José Antonio Souto.

A partir de ese día fue reuniendo a decenas de personas que, a pesar de la dificultad y rudeza del trabajo, se entusiasmaron con esta idea altruísta de sembrar patatas y donar la producción íntegra a los más necesitados.

"Ahora estoy muy contento de ver como la gente se presenta voluntaria y dispuesta a ayudar con ilusión", indica el párroco.

Desde entonces, y a lo largo de estos 10 años, miles de kilos de patatas cultivadas en esas tierras han dado de comer a los gallegos más necesitados.