La situación de los celadores en el Hospital do Salnés se complica por momentos, y es que la carga de trabajo que soportan las 25 trabajadoras no permite atender como es debido a los pacientes. Es una situación que llevan soportando durante mucho tiempo, según explican, pero que se vio acentuada en 2012 debido a los recortes.

Las trabajadoras recibían ayer la visita de los diputados de En Marea, Eva Solla y Marcos Cal, que se hicieron eco de sus quejas, y además recorrieron las instalaciones acompañados por la subdirectora médica del centro hospitalario.

Solla, responsable de Sanidade de En Marea, señaló que los recursos son insuficientes en el centro "solamente hay tres celadores de noche para todo el hospital", y hay que tener en cuenta que se han ampliado recientemente las instalaciones en el centro. Los diputados explicaron que además "está vacante la dirección del centro desde el mes de noviembre", algo que nos preocupa. Solla ha calificado la situación de "alarmante", en referencia al escaso personal de la plantilla de celadores, al entender que el servicio prestado "debe ser de calidad, y de esta manera es imposible", señaló. El abandono del centro al personal "es evidente y no se puede permitir", denunció.

El grupo de trabajadoras del centro hospitalario explicaba ayer que atienden una media de 20 pacientes encamados por celador, que además tiene que hacerse cargo de dos plantas "así es imposible dar una buena atención, además de que vamos retrasando el trabajo y somos necesarias también en quirófano", aseguran.

El trabajo sale adelante "por la buena voluntad del personal", explican. Las celadoras denuncian que tienen además problemas de espalda, contracturas y tendinitis a causa del sobreesfuerzo que realizan, pero tampoco pueden coger una baja, pues "nos penalizan". No pueden ponerse enfermas, "pero tampoco protestar, porque si queremos hacer una huelga tenemos que cubrir los servicios mínimos, así que tendríamos que trabajar igual", señalan.

Lo mismo ocurre si se habla de Urgencias, donde disponen de dos celadores, "pero si uno de ellos tiene que entrar en quirófano, se queda uno solo y los ingresos a planta ya no se pueden hacer ". Tampoco tienen un jefe de celadores, sus funciones están bajo la supervisión de una enfermera, "que no tiene por qué saber cuáles son nuestras funciones, por lo que no se coordina bien el trabajo", comentan.

Falta de material

Además de la escasez de personal, las trabajadoras señalan que los carros de material están bastante lejos, lo que les obliga a correr por el hospital. En una jornada llegan a hacer sobre 12 kilómetros.

El material muchas veces no llega, "desde el fin de semana estamos sin material para trabajar, a veces ni pañales hay", comenta una de ellas. Quien dice pañales dice ibuprofeno u otra cosa".

Las carencias se extienden también a otros departamentos como el de limpieza, que cuenta con una sola trabajadora para todo el hospital, "es una locura", asegura una de las celadoras, que también explica que hay un solo técnico de rayos por la noche "que si está en quirófano no puede estar en urgencias", señalan.