El ambiente está enrarecido en la parroquia de Vilariño (Cambados). Un grupo de vecinos y el cura que atiende la feligresía están enfrentados por el proyecto de construcción de unos aseos públicos en un local anexo a la iglesia. La situación es tan tensa que los vecinos incluso han iniciado una recogida de firmas para hacerle ver al sacerdote que la petición de los baños es unánime.

Según los promotores de dicha campaña, los aseos son muy necesarios, pero el cura se ha empeñado en ponerle trabas al proyecto. El sacerdote, por su parte, alega que él también considera bueno que haya unos baños cerca de la iglesia, pero afirma que los vecinos han modificado el proyecto original, y que aún no tienen el consentimiento expreso del Arzobispado.

El presidente de la asociación de vecinos de Vilariño, O Batuqueiro, es José Rodríguez, y declara que "ya tenemos todos los permisos, incluidos los de Patrimonio y el del Arzobispado. En mayo del año pasado tuvimos una reunión con el cura, en la que también había representantes del Concello, y él aceptó hacer los aseos. Pero a los ocho días fue por allí el contratista, y el cura lo echó fuera".

Según Rodríguez, los vecinos no tienen duda alguna de que es el sacerdote quien está dificultando la creación de los baños. "Le ha mandado una carta a Santiago diciendo que le queríamos ocupar todo el local, y eso no es cierto. En metros cuadrados aún ocupamos menos de la mitad".

Explica que la intención de O Batuqueiro era habilitar los baños en un local pegado a la iglesia, y que nunca tuvo un uso estable. De hecho, ni siquiera está terminado, pues por dentro tiene el ladrillo a la vista, y el piso aún es de tierra. "Además, con el proyecto ya está previsto terminar la obra y poner unas estanterías sobre los baños para que se pueda aprovechar el local como almacén".

Pero la versión del cura es que los vecinos no están contando toda la verdad. Jesús González arguye que "a mí no tienen que pedirme nada, porque eso no es mío. No soy yo quien puede autorizar los baños. A quien se lo tienen que solicitar es al Arzobispado, y el Arzobispado me tiene que comunicar a mí la autorización".

Gonzalo asegura que "yo estoy de acuerdo con que hagan los aseos", pero según él el visto bueno que O Batuqueiro logró de la jerarquía eclesiástica fue con un proyecto que posteriormente variaron. "Que vuelvan a solicitar el permiso, pero que expliquen claramente la obra que quieren hacer y los metros que van a coger. Después, el Arzobispado procederá según el informe técnico de la comisión de Artes y Obras".

Sea como fuere, O Batuqueiro se ha cansado de esperar y ha empezado una recogida de firmas por las casas. Según José Rodríguez, "todo el mundo se está volcando porque todos piensan que es algo necesario". Además, sostiene que "esto es algo que no nos va a costar nada a los vecinos, porque hay una subvención del Ayuntamiento para hacerlo". Por ello, confía en que el sacerdote reconsidere su postura con esta recogida de firmas.

"El Arzobispado ya mandó una carta aceptando con arreglo al plano y al proyecto que le mandamos", añade sobre la supuesta falta de consentimiento de las autoridades de la Iglesia.

Baños de bares

En la actualidad, los baños públicos más próximos a la iglesia son los de un par de bares. El más cercano está a unos 200 metros del templo, pero el presidente de O Batuqueiro señala que "evidentemente, la gente no se le va a meter al del bar en su negocio solo para ir al baño, ni un niño que está en la catequesis el domingo va a salir de la iglesia para ir al bar a hacer sus necesidades".

José Rodríguez sostiene que "todas las iglesias de por aquí tienen sus servicios públicos", y que en Vilariño "hay gente mayor que ha dejado de ir a misa porque no se siente segura". También apunta que actualmente, hay gente que decide orinar contra los muros, "y eso tampoco es normal". Por ello, cree que hay razones más que de sobra para que el cura asuma las peticiones de los vecinos. "Es algo por lo que llevamos luchando desde hace más de tres años, y cuando estuvieron aquí el encargado de Obras del Ayuntamiento y el arqueólogo plantearon que esa era el lugar más adecuado para los baños", en alusión al polémico local.

Siempre reacio

José Rodríguez asegura que el sacerdote fue reacio a los servicios públicos "desde el principio". Según él, el administrador de la parroquia sí aceptaba dejar una parte del local para un baño estrecho, "pero en el Ayuntamiento ya nos dijeron que eso era completamente inviable, que un aseo público tiene que tener unas medidas mínimas para que pueda pasar sin dificultades una silla de ruedas".

En las próximas semanas, O Batuqueiro reunirá todas las firmas para enviarlas al Arzobispado.