Hay una calle en Cambados que parece una calle cualquiera, pero que sin embargo es especial: porque es privada y porque está embargada. La situación se remonta al año 2006, cuando una empresa formada por varios socios de la localidad compró un solar en la actual calle Sabugueiro -transversal a la avenida de Vilariño- por 120.000 euros, con la intención de edificar.

Aunque sería en 2011 cuando se produjo el primer acontecimiento importante que, según el gobierno municipal, ha abocado a la "kafkiana situación de tener embargada una calle que abrió el Concello con fondos públicos", en palabras del portavoz municipal, Xurxo Charlín.

Según el expediente que hay en el Ayuntamiento, en vísperas de las elecciones municipales de 2011, el entonces alcalde, Luis Aragunde, y el representante de la empresa constructora firmaron un documento privado, según el cual la firma cedería los terrenos necesarios para abrir la calle -que daría acceso a una de las fachadas de los nuevos edificios-, el Concello pagaría y ejecutaría la apertura del vial, y tres vecinos con fincas en la zona le abonarían 97.000 euros al constructor, al beneficiarse de la nueva calle por la revalorización de sus terrenos.

Pero según Charlín ese documento terminó convirtiéndose en papel mojado. El documento privado no llegó a elevarse a público y el convenio no se desarrolló, "a pesar de que Luis Aragunde siguió cuatro años más como alcalde". Sin embargo, el Ayuntamiento sí abrió la calle, para lo cual destinó 73.000 euros de un crédito que había solicitado un par de años antes.

Pero los tres propietarios que en teoría tenían que pagarle los 97.000 euros al promotor, supuestamente no lo hicieron, por lo que éste llamó a las puertas del Concello para reclamar ese dinero. Y es que en el contrato supuestamente firmado por Aragunde se establecía que si los vecinos no pagaban, sería la administración municipal la que respondiese por ellos.

Cuando el cuatripartito liderado por Fátima Abal recibió esta reclamación se negó en banda a pagar esa cantidad y solicitó un informe jurídico a los técnicos de la Diputación. Estos determinaron que ya no se podía desarrollar el convenio urbanístico, puesto que la obra ya se había hecho -en junio de 2011-, por lo que recomendaban al Concello expropiar la calle.

Pero en medio de ese tira y afloja, a los promotores inmobiliarios de la polémica les pasó lo que a muchos otros: el "pinchazo" de las ventas de pisos y el cierre de la válvula de la financiación por parte de los bancos los ahogaron, y terminaron endeudados. Sus acreedores acudieron a los juzgados, y estos ordenaron el embargo de los bienes patrimoniales que tenían los empresarios. Entre ellos la calle Sabugueiro de Cambados.

Según datos oficiales, el vial tiene tres cargas, por una deuda total de 180.500 euros, incluidos recargos e intereses. Una de ellas es con una particular, que le reclama unos 136.000 euros, y las otras son con la Diputación, que le pide unos 13.000, y con Hacienda, que le reclama más de 30.000.

Xaquín Charlín señala que, de todos modos, y aunque el vial es privado -nunca se firmó una escritura conforme la calle pasó a ser municipal-, el Concello se comportará como si lo fuese. "Si mañana nos dijesen que van a poner una valla para que pasen solo los residentes, mandaríamos enseguida a la Policía Local para retirarla".