En el casco urbano de Vilanova solo existe un pequeño espacio peatonal ante el consistorio y en el Jardín Umbrío, además de existir una semipeatonalización en el entorno de la iglesia. Pese a esta carencia de espacios para los peatones, el alcalde, Gonzalo Durán, descarta acometer proyectos tendentes a ampliar estos espacios.

"No creo que sea necesario, ya que la convivencia entre vehículos y peatones es asumible en nuestro casco urbano, sobre todo en la zona más antigua, donde el flujo de vehículos es prácticamente el de residentes", señala Durán. Entre sus planes más inmediatos reconoce que no está el de peatonalizar ninguna calle.