La titular de la Consellería do Mar no dudó en aprovechar su visita a A Illa, donde están teniendo muchos problemas con los "furtivos de bañador", para pedir un compromiso a la sociedad para "erradicar esas prácticas". Quintana fundamenta su discurso en dos ejes fundamentales. El primero de ellos es el económico, ya que se está produciendo un importante quebranto a las mariscadoras, que ven como sus bancos marisqueros son esquilmados por una práctica que está prohibida. "Estamos encantados de recibir a los visitantes para que disfruten de las playas, pero si quieren degustar marisco, que acudan a cauces legales", explica.

El segundo eje es el problema de salud pública que puede provocar consumir marisco sin haber pasado por los pertinentes controles. "Consumir marisco que no ha pasado los procesos necesarios de depuración, puede acabar creando un importante problema sanitario, con lo que supone de mala imagen para el sector y para un producto cuya trazabilidad, cuando se extrae dentro del marco legal, está totalmente garantizada", señala. "En A Illa denunciaron los problemas que están teniendo en los últimos tiempos con los furtivos de bañador, a los que han incautado cantidades ingentes de kilogramos escondidos de la manera más inaudita.