La campaña de la plataforma "Galicia, Mellor Sen Tourados" ha sumado un nuevo escalón a su estrategia de presión para acabar con el uso de fondos públicos y la permisividad con la capea que se celebró el pasado fin de semana en la localidad de Valga.

Los animalistas anunciaron esta mañana la remisión de iniciativas al Parlamento de Galicia y la Diputación de Pontevedra para mostrar el rechazo creciente de las formaciones políticas y la ciudadanía al uso de animales en los "mal llamados espectáculos taurinos", en donde PSdeG, En Marea y el representante provincial de la Marea de Vigo, preguntarán en las instituciones señaladas por el uso de fondos públicos, legalidad, e incluso, la opinión del ejecutivo autonómico y del gobierno provincial sobre estas situaciones.

Para los abolicionistas, estas prácticas del Partido Popular, en el gobierno de Valga y en el de la Xunta, evidencian "su escaso rigor por las verdaderas prioridades de sus vecinos, y parecen estar más preocupados por promover la tauromaquia en una provincia donde, cada vez, menos personas asisten a corridas de toros.

De hecho, no dudan en afirmar que este tipo de eventos, como el celebrado en Valga el pasado fin de semana, solo sobreviven "gracias a las subvenciones de los concellos implicados, que mantienen en pie el lobby taurino de la zona, recurriendo a eventos de muy bajo coste y calidad en comparación con una corrida, tal y como reconocen los propios aficionados y empresarios". Insisten en que la única intención "de ofrecer un acto chusco y ridículo, como recuerda el cartel machista con el que se anunció la capea de Valga y que ha sido reprobado por la Secretaría Xeral de Igualdade".

La campaña de Galicia, Mellor Sen Touradas sigue sumando apoyos, al alcanzar ya las 26.000 firmas. Con ellas, el colectivo pretende plantear un proceso de abolición de las capeas y novilladas en toda la geografía de la comunidad autónoma, una iniciativa en la que esperan contar con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, que estas semanas debaten acerca de un proyecto de Ley de Bienestar Animal.

La capea de Valga también fue criticada por el cartel anunciante, en el que se realizaban referencias que relacionaban la "valentía" con la pertenencia al sexo masculino. El propio colectivo animalista censuró el "tono machista y neandertal" de ese cartel promocional de la capea, y sobre todo, que "estuviese respaldado por el logotipo del gobierno local", instando a su retirada inmediata.