Vecinos de Lores elevan sus protestas por el cierre al tráfico desde hace ya tres semanas de una pontella de madera sobre el río Chanca en la parte baja de Lores, decisión que adoptó el concello de Meaño por el temor a que el peso de un vehículo agrario cargado pudiera provocar el derrumbe de la estructura. Por esta razón el gobierno local colocó unas grandes piedras en los accesos al puente para impedir el paso y dispuso letreros que un trecho antes advierten literalmente, "por seguridad, camino cortado a 100 metros".

Los vecinos se quejan que desde que se procedió al cierre no se ha iniciado obra alguna en el puente, lo que está ocasionando molestias a los propietarios de fincas en la zona que se servían de este puente y cuya única alternativa ahora es dar un rodeo considerable para acceder a sus propiedades.

El presidente de la asociación de vecinos de Lores, Manuel Ángel Dopazo lamenta la situación creada: "Hace más de un año -afirma- que venimos advirtiendo a los responsables municipales de la mala situación de este puente, el cual tenía los tablones desclavados y cualquier día podía producirse un accidente en él".

"Tras mucho insistir -añade- la respuesta fue cerrarlo hace cuestión de tres semanas porque vieron que la cosa estaba mal, y desde entonces los vecinos que antes utilizaban esta ruta como atajo, ahora deben dar un rodeo de casi dos kilómetros para acceder a sus fincas".

La estructura en cuestión se trata de un puente que existe en la zona baja de Lores, toda ella agraria, que comunica las zonas conocidas como "Prado de Brandiñán" y "O Rapadoiro". El concello no se ha planteado reparación alguna sino que ha estimado, en aras a la seguridad, la construcción de un puente nuevo para la zona, de hecho en los presupuestos municipales de este año aprobados en diciembre de 2016 figura ya una partida de 8.870 euros destinada a tal efecto, la cual se solapa con otra de 41.000 para la reconstrucción del puente de Ganón en Xil.

No obstante, lo que incomoda a los vecinos es que, transcurrido ya medio año y ahora tres semanas de cierre del puente no haya todavía una fecha para la adjudicación y ejecución de una obra que se teme se dilate en el tiempo con el consiguiente quebradero de cabeza para los usuarios.