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Cien años al frente de una labor encomiable

Las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Divina Pastora cumplen un siglo desde su llegada a la residencia

Alberto Varela y varios de los exregidores del municipio. // I. Abella

Cien años al frente de una institución al servicio de los ancianos y los enfermos haciendo una labor encomiable en el municipio , "y ojalá sean 300 años más", manifestaba ayer el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, en un acto que conmemoraba la llegada de las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Divina Pastora al Asilo fundado por Luisa Vilá y Janer en 1892.

La residencia de ancianos, que comenzó con apenas doce camas y ahora tiene cien plazas, pasó a ser años después, en 1898, propiedad del Ayuntamiento y del párroco Pedro Piay, motivo por el cual ayer estuvieron presentes en el acto, varios de los ex alcaldes de la localidad Enrique León, Javier Gago, José Luis Rivera Mallo y Agustín Pereira. Junto a ellos estuvieron también presentes la concejala de Servicios Sociales Tania García y los responsables de Cáritas y Cruz Roja, Germán Torres y Alfonso González que no dudaron en faltar a tan entrañable cita.

Varela dio las gracias a las hermanas por la "fantástica" labor que hacen y expresó que son el claro ejemplo de que el camino se demuestra andando, y gracias a su esfuerzo y tesón aquel asilo pasó de ser casi una cuadra a un gran centro con unas instalaciones adecuadas a las funciones que en ella se desenvuelven. Y aseguró que con el personal actual el futuro de la institución está garantizado por muchísimos años más.

El acto terminó con un emotivo vídeo en el que todo fueron halagos hacia la orden de las Hermanas de la Divina Pastora, en boca de las trabajadoras del centro, de los residentes y sus familias, y también por parte de los que fueran alcaldes del municipio, quienes afirmaron estar obligados a que esa labor se siga desarrollando. Rivera Mallo señaló a este efecto que la relación entre las hermanas y el patronato ha sido siempre entrañable.

La hermana Inmaculada, en representación de la Orden, dio las gracias a todas las personas que habían pasado a lo largo de los años por el asilo, así como al párroco don José y a todos los que pasaron por Vilagarcía. Especiales palabras tuvo también para Celina Rey, actual directora de la residencia, y sentenció "este asilo debe continuar con o sin nosotros".

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