Las reivindicadas obras para evitar inundaciones en Trabanca Sardiñeira han puesto de manifiesto una antigua disputa vecinal por una canalización de agua que pasa por una finca particular. Las obras iniciadas la pasada semana fueron paradas en dos ocasiones por las protestas y los concejales de Urbanismo y de Relaciones Vecinales mediaron para buscar una solución.
Desde el gobierno municipal se entiende que la rehabilitación de un viejo lavadero puede ser la solución al conflicto que se vive en Trabanca Sardiñeira para poner fin a las inundaciones que se venían produciendo desde que se construyó la carretera de circunvalación.
La concejala de Urbanismo entiende que de esta forma, y de acuerdo con lo hablado con los representantes vecinales, estos aceptarían la redacción de un nuevo proyecto, que giraría alrededor de la reconstrucción de ese viejo lavadero y de una nueva distribución de las aguas.
Con esta propuesta por una parte se canalizaría el viejo manantial y por la contra se recogerían las aguas de drenaje de la ladera del monte que va a dar al vial de circunvalación y a las cunetas del propio vial. Por último, las aguas del manantial se usarían preferentemente para el lavadero y tanto los desbordes de este como las aguas de las cunetas y del drenaje seguirían su curso por el canal de riego ya existente y por el nuevo desagüe construido por la Yunta.
A propuesta de determinados vecinos, Estradas de Galicia transmitió hace días al Concello la idea de reformar el proyecto aprobado inicialmente. Los técnicos del Concello entendieron que la idea que trasladaba Estradas era una solución factible, puesto que garantizaba que las aguas del manantial únicamente discurrieran por el viejo canal de riego. Sin embargo, otros vecinos rechazaron esta posibilidad, teniendo en cuenta la disputa que mantienen con un propietario por cuya finca discurre parte de este canal.
Respuesta favorable
Los técnicos entienden que la solución de rehabilitar el viejo lavadero y hacer esa doble canalización es viable. Como quiera que son los vecinos los que la prefieren, tanto el Concello como la Xunta, que aclaran que no pueden dirimir disputas vecinales por el paso de una vieja canalización, ven bien el cambio.
Los vecinos y Estradas de Galicia ya comunicaron ayer a la concejala de Urbanismo Paola María Mochales, su aceptación. Solo falta la autorización de Aguas de Galicia. El Concello valora, además, el hecho de que esta solución implique la recuperación de una pieza del patrimonio etnográfico y constructivo local.
