El trajín fue temendo en el campamento instalado en el centro vacacional de A Lanzada durante la mañana tras las largas despedidas que algunos padres pretendían prolongar eternamente. Pero a mediodía empezó ya el ajetreo con la distribución en las 40 tiendas, la colocación de bártulos, la asignación de tareas y formación de los primeros grupos. Luego el regreso de algunos progenitores que se habían olvidado "los medicamentos".
Así, más o menos, comenzó el primer turno de escolares que obtuvieron plaza en el sorteo de vacaciones de A Lanzada. Son 200 niños que proceden de toda la provincia, de entre 8 y 13 años, que durante esta semana van a compartir una experiencia inolvidable.
"Naturaleza y deporte son las claves de esta intensa semana" , afirma Juan Conde, director del campamento de verano de A Lanzada que por vez primera organiza la empresa Move de A Coruña.
Serán 28 monitores los que estén día y noche atentos a todo lo que necesiten los chavales, pero sobre todo de que disfruten con las actividades programadas, entre ellas, tres excursiones.
En esta semana conocerán Cabo Home y Ons, además del monte Siradella y el yacimiento arqueológico de Adro Vello, lo que les ocupará tres días de programa.
Para ello se formarán dos grupos, los más pequeños y los mayores, porque la idea es sobre todo de convivencia y para ello tienen que encontrar afinidades.
Y como todavía quedan otras cuatro jornadas, los 200 campistas participarán en actividades deportivas de lo más entretenidas y novedosas.
Juan Conde explica que les han preparado camponatos de kinball con una pelota gigante concebido como un juego colaborativo o de datchball, una competición muy similar al brilé pero en el que se sueltan varias pelotas como es tradicional en Zaragoza.
Por si este entretenimiento fuera poco, en plena playa de A Lanzada van a recibir clases de skim, una actividad que consiste en surfear en la orilla con tablas apropiadas.
Es decir la diversión está garantizada y también el principal objetivo de este tipo de programas que consiste básicamente en que niños de distintas localidades de la provincia convivan, fragüen amistades y compartan ilusiones.
A ello hay que sumar la experiencia siempre gratificante que significa vivir en plena naturaleza y además en tiendas de campaña como los grandes aventureros.
Además sin ningún descanso porque la empresa que dirige el campamento les llevará también de excursión al monte Siradella, uno de los puntos más espectaculares de O Grove y luego a Adro Vello donde podrán conocer como vívían sus antepasados y los cimientos de esos campamentos de piedra, muy distintos al suyo.
En suma ocio, deporte, naturaleza, cultura y sobre todo convivencia, amistad y socialización, los mejores ingredientes para que estos niños recuerden todos esos valores el día de mañana.
Lo que ya ha quedado de manifiesto que la semana les va a parecer más corta de lo normal y que casi ninguno echará de menos a sus padres en este primer vuelo al que a nadie le quiere recortar las alas.
Llegará el sábado próximo el momento de las despedidas que aunque amargas también van a suponer el reencuentro con sus padres y hermanos, la vuelta a la "rutina" de las vacaciones de verano que este primer turno ha empezado con muy buen pie.
En la Diputación subrayan que este año se incluyen por vez primera actividades de inmersión lingüística en inglés para que los 2.200 menores que pasen por A Lanzada empleen su tiempo en actividades que contribuyan a su enriquecimiento personal.
