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El Somatén ondea su bandera por Vilagarcía

Se trata de una fuerza civil armada al servicio de los poderes establecidos entre el siglo XVIII y la llegada de la Democracia

Fachada de la Casa Consistorial de Vilagarcía. // Noé Parga

Cuatro épocas se pueden encontrar en la vida del Somatén: Hasta principios del siglo XVIII su misión sería la de defender los pequeños pueblos contra los bandidos y malhechores protegidos por los señores feudales (también en Galicia existió este tipo de bandidaje patrocinado por los señores feudales). En 1716, el nuevo rey de los Borbones, Felipe V, decreta su disolución por formar parte de las zonas que lucharon en su contra, tales como Cataluña.

Con el Trienio Liberal reaparece, para favorecer la causa absolutista, por lo que de nuevo fueron suprimidos y transferidos a la Milicia Urbana que había mandado crear la reina Isabel II. Años después, O´Donell lo reinstaura "para corresponder a los apoyos recibidos de los burgueses catalanes", que solicitaban protección de sus bienes.

De esta forma se reconstituyó el Somaten, que nace como una "reunión de propietarios honrados y colonos bien acomodados en la montaña central de Cataluña".

Fuerza paramilitar

Permanece como fuerza para-militar catalana, hasta que en 1923 se instaura la Dictadura de Primo de Rivera, en la cual se extiende el Somatén a toda España.

De nuevo la Segunda República lo anula como institución, para regresar como fuerza auxiliar en Cataluña a partir de 1936, y a partir de 1945 es captado por el gobierno de Franco, sobre todo para luchar contra el maquis, como fuerza auxiliar de la Guardia Civil en pueblos de hasta 10.000 habitantes, hasta que finalmente es suprimido en 1978.

Cuando el general Primo de Rivera lo extiende a toda España como "Somatén Nacional", decreta que se podrán alistar en el mismo, todos los varones mayores de 23 años de "probada moralidad y ejerzan profesión u oficio en las localidades en que residan", que quedó reglamentado por Real Orden del Ministerio de la Guerra de 13 de junio de 1924. Primo de Rivera explicaba que el Somatén no solamente era una fuerza auxiliar de orden público sino también, un "acicate de los espíritus" para alentar al nuevo régimen.

De acuerdo con ese decreto de formación, "se organizarán en regiones militares, siendo comandante general, un general con mando en brigada de Infantería en la capital de la región, y jefes natos, a saber, los capitanes generales respectivos"

Las cifras acerca del número de somatenistas en toda España, varía desde los 175.000 al inicio de su formación, hasta los 217.584 en 1928, disminuyendo lentamente a partir de esta fecha, tanto porque el orden público fue férreamente asegurado, como porque fuera de Cataluña no tuvo el arraigo que se esperaba.

Contó en todo momento con la bendición de la Iglesia a todos los niveles, tal como veremos en las bendiciones de sus banderas y en los actos en los que era frecuente la presencia de algún miembro de la misma.

En el caso de la Octava Región en la que se encuadraba Galicia, comprendía también a Asturias y León.

En la provincia de Pontevedra se distribuía en 11 partidos, siendo el Cambados, con diez ayuntamientos, el mayor de todos ellos por número de municipios,- agrupaba a 10 ayuntamientos -, y que hacia 1924 contaba con 413 somatenistas, el segundo en número de miembros, después de la localidad de A Estrada, que tenía 433.

Era por lo tanto el Somatén de Cambados uno de los más importantes en la estructura del Somatén gallego. Por ejemplo, Vigo, en la misma fecha solo tenía 269 somatenistas y Pontevedra capital, 299.

En cuanto a los mandos, se limitaban a cabo y sub-cabo de Partido, y lo mismo, de Distrito y de Parroquias. Era por lo tanto bien sencillo su entramado de jerarquías.

El somatén de Cambados era de tal importancia, que tenía un vocal en el Regional, o sea en la Octava Región. Se trataba de Luciano Buhigas Abad, que, a principios de 1924 se dirigía a los de Cambados, a través del Boletín Oficial del Cuerpo de Somatenes Armados de la 8ª Región, diciéndoles que:

"En el Somatén tienen cabida todos los hombres honrados, ricos y pobres, cualquiera que sea su condición social. Cualquiera que sean sus ideales. Pero no pueden pertenecer a él, los que hacen de ellas una profesión para provecho propio. Los perturbadores. Los de dudosa conducta".

Aclaraba igualmente que el Somatén "no es un cuerpo de tropas", pero si, "un organismo armado, debidamente autorizado, de acción ciudadana, que con el acendrado compañerismo de sus afiliados, se protege mutuamente convirtiéndose en salvaguardia de sus personas, de sus familias y de sus intereses".

Como tal organización patriótica, cada somatén de partido tenía una bandera, y el día de la bendición de la misma, era de extraordinaria importancia para la cohesión de sus miembros y como publicidad para el pueblo. En el caso del Somatén de Cambados, la bendición de su bandera se celebró en Vilagarcía por ser el municipio de mayor número de somatenistas, y se celebró el 21 de septiembre de 1924.

Al mismo asistieron 315 somatenistas "todos con su correspondiente armamento", con banda de música militar, sección montada de la Guardia Civil, sección de marinería del crucero Marqués de la Victoria, pósitos de pescadores, autoridades civiles, niños de las escuelas, etc.

Para tener una idea de la importancia que en su momento le dio el Somaten a la bendición de su bandera, decir, que fue efectuada por el arzobispo de Santiago Manuel Lago González, y asistió el comandante general de Somatenes, general Rocha, que ostentaba la representación del Capitán General, el comandante de marina y del crucero indicado, jefes y oficiales del 15º Regimiento de Artillería, representantes de todas las organizaciones oficiales y civiles de Vilagarcía, tal como la Cámara de Comercio, presidentes de organismos recreativos tal como Club de Regatas, Nuevo Club, etc., así como todos los cabos del distrito de Cambados, y especialmente los jefes y subjefes de Zona de Vilagarcía: Riva, Carrasco, Brumbeck y Macho, Oro, Tenorio, Galbán y Conde?..".

Bendición eclesial

Tras la misa y la bendición de la bandera, se organizó un desfile, que pocas veces se había visto con tanta gente. Así lo describe el Boletín del Somatén: "Sección de Guardia Civil a caballo, bandera del Somatén con su escolta, niños de la Escuela Graduada con sus profesores, los 315 somatenistas en columna, fuerzas del crucero, de carabineros, autoridades, invitados, comisiones, personalidades forasteras, cerrando la banda del Regimiento de Murcia".

Como todos los grandes acontecimientos populares, todo acabó en una comida a la que asistieron 150 comensales, y al final de la misma, todos acompañaron al arzobispo "a pie hasta la casa de su señor hermano Serafín" acompañado por la banda de música, que dio colorido a la marcha.

Por si la comida no había sido suficiente, por la tarde, la madrina de la bandera, que era la esposa del exdiputado y hombre de negocios, Wenceslao González Garra, invitó "en su residencia de Vilaboa a muchas de sus amistades y a los jefes del Somatén, colmando a todos con atenciones, pasándose inadvertidas las horas que han hecho constantemente gratas la bondad y la galanura de dichos señores".

La prensa local acentuaba la nota de que el héroe de la jornada de la bendición de la bandera, había sido el vocal en el Somatén regional, Luciano Buhigas Abad, "sobre el que ha gravitado todo el enorme y abrumador peso de la organización del Somatén y del memorable festival del domingo".

La vida del Somatén del distrito de Cambados llevó un camino paralelo al del resto de los somatenes de Galicia, y como creación que fue de la Dictadura de Primo Rivera, al cesar la misma, desapareció el Somaten con la proclamación de la Republica.

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