La Guardia Civil detuvo a un vecino del municipio de Ribadumia, acusado de un delito contra la salud pública, por dedicarse a la supuesta venta y distribución de estupefacientes a pequeña escala.

A través de las investigaciones llevadas a cabo por efectivos del puesto del instituto armado de Cambados, bajo el nombre de operación "Muro", se confirmaron las sospechas que recaían sobre esta persona y una vez constatado que se estaba dedicando a la distribución y venta de cocaína a través del bar en el que trabajaba, se procedió a su detención, acusado de la comisión de un presunto delito contra la salud pública, explican fuentes del cuerpo.

A raíz de la detención se efectuaron dos registros: uno en su domicilio, en el que se le incautaron 20 gramos de marihuana, una báscula de precisión y diversos útiles para la elaboración y empaquetado de las dosis y el otro en el bar en el que trabajaba, donde se localizaron 2.000 euros en efectivo, ocultos en una caja, que también fueron intervenidos.

Las investigaciones previas que se hicieron en su momento para controlar las actividades de esta persona y la ayuda del Servicio Cinológico, con el perro detector de drogas de la Guardia Civil, facilitó la localización de la droga, que al parecer tenía escondida en la calle, en dos sitios distintos, alejados del lugar donde presuntamente la solía vender, para minimizar los riesgos y evitar que se le incautaran si en algún momento lo sorprendían haciendo una transacción.

Así explican, "en un muro próximo al bar y oculto entre las piedras se localizaron 14 dosis de cocaína preparadas para su distribución y en los aledaños de la localidad se encontró un zulo oculto entre el matorral donde guardaba más de 100 dosis de cocaína, en una bolsa, dentro de un bote hermético para evitar su deterioro.

El detenido, junto con la droga y demás efectos intervenidos, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción núm. 3 de Cambados, que decretó su libertad provisional con cargos.