Los vendedores de la plaza de abastos Mercadena han remitido al Ayuntamiento de Meaño un escrito en el que demandan una solución urgente a los problemas de calor que vienen padeciendo en el interior de las instalaciones. "Aquí -reconoce el placero José María Serantes, que regenta un carnicería- la temperatura supera estos días los 40 grados, y las condiciones para trabajadores y clientes resultan insoportables".

"El calor es tal -agrega- que los motores de las neveras sufren lo indecible, incluso la semana pasada, con 42 grados en el interior, se me quemaron los motores de dos cámaras, lo que me supuso un coste de 2.000 euros".

Este profesional mostraba su malestar en el último pleno en que, desde el público, interrumpió la sesión cuando la corporación debatía sobre la cuestión dentro del turno de ruegos y preguntas.

En su intervención denunció la avería sufrida en sus cámaras frigoríficas y tal fue su malestar que, cuando la alcaldesa Lourdes Ucha le pidió mesura por cuanto no podía interrumpir la sesión, replicó visiblemente dolido con un "me da igual".

Los placeros temen además los daños que el calor pueda ocasionar sobre los alimentos. "En mi caso -apunta Fátima Naveiro que regenta un pequeño puesto de pescado- me las veo y me las deseo para mantener el pescado con hielo y siempre mojado, pero en días como estos me hacen falta dos cajones de hielo, esto es 80 kilos para una mañana".

Los placeros apuntan como una de las causas probables del calor el techo instalado habilitado en la última remodelación de la plaza, que dejó en el centro una parte acristalada que, temen, esté causando un efecto invernadero en al interior.

"Se trató de mitigar algo -explica Fátima Naveiro-, cuando, tras las quejas, se dispuso una cortina a modo de toldo para impedir que la luz pasara directamente, pero ni con esas".

Por su parte José María Serantes lamenta que las instalaciones cuenten con un sistema de extracción de aire "pero el Ayuntamiento no lo pone a funcionar porque parece que consume mucho, y mientras tanto aquí es una sauna".

El calor es todavía mayor en la planta alta donde la plaza no dispone ya de ningún puesto abierto. "Hasta un zapatero que había arriba -explica uno de los placeros- acabó yéndose, entre otras cosas porque se quejaban de que el calor le derretía literalmente las cremas".

Por esta razón los placeros han decidido que, a partir de hoy viernes, comenzarán una campaña de recogida de firmas entre los clientes en demanda de una solución urgente al problema, afirmando además estar dispuestos a denunciar la situación que padecen "ante organismos competentes para que actúen en consecuencia".

En el último pleno Lourdes Ucha explicó que el concello pretende cambiar la estructura de la puerta lateral, con el objeto de habitar una puerta con rejas al estilo de la entrada principal con el objeto de generar una corriente de aire en el interior que contribuya a mitigar el calor. Los placeros, que llevan años denunciando la situación, se muestran escépticos sobre si la medida será suficiente y apuntan a que "pensamos que conviene revisar la situación de la cubierta y poner a funcionar el extractor de aire".