Una profunda reorganización de horarios es el planteamiento de la Consellería de Educación para solventar las reclamaciones que realizan los padres de los alumnos. Así se lo comunicó a las responsables de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) y al propio director del centro el delegado de Educación en Pontevedra, César Pérez Ares. Este dejó claro que la Consellería no tiene previsto enviar ningún profesor de apoyo en septiembre para sexto de Educación Infantil (cinco años) al considerar que con el cuadro de profesores que tiene en estos momentos el centro, las aulas estarían más que cubiertas, para lo que sería necesario, tan solo, una mejor reordenación de los horarios.

Entre las propuestas que plantea la Consellería se encuentra la de echar mano del profesor de apoyo con el que cuenta todo el módulo de Educación Infantil, haciéndose cargo de uno de los grupos en los que se desdoble el curso o, la otra opción, sería la de recurrir a los profesores especialistas.

Desde la ANPA se reconocía ayer que ahora, la pelota está en el tejado de la dirección que debe decidir si desdobla el curso y como organiza los horarios para el próximo año, a fin de que las necesidades educativas de los 25 alumnos que el próximo año cursarán sexto de Educación Infantil, se encuentren plenamente cubiertas. En los próximos días, se va a celebrar una reunión de profesores para comenzar a trabajar en ese sentido.

La comunidad educativa de O Piñeiriño lleva ya varias semanas levantada contra Educación por la negativa de esta Consellería de otorgar el profesor de apoyo al que consideran que tienen derecho. De hecho, llegaron a protagonizar una manifestación por el centro de Vilagarcía, en la que dejaron constancia de su malestar con la Xunta.

Los argumentos que ponen encima de la mesa para reclamar ese profesor se fundamentan en que, el próximo curso, sexto de Educación Infantil tendrá 25 alumnos, frente a los 24 del actual, y que de esos niños, tres tienen necesidades educativas especiales. Consideraban que un solo profesor no será capaz de llevar en buenas condiciones un aula con tantos alumnos y con algunos de ellos con necesidades especiales, una situación que va a perjudicar tanto a estos últimos, que no podrán recibir un tratamiento tan individualizado, como los demás, ya que el ritmo habitual de las clases podría verse alterado.