José Antonio Cacabelos Rico, el alcalde socialista de O Grove, se muestra tan "ilusionado" como "satisfecho" después de que la Diputación de Pontevedra aprobara el convenio para hacer realidad el proyecto de "humanización" de la carretera de San Vicente, una actuación que "constituye una deuda histórica y una demanda social de primer nivel plenamente justificada".

A su juicio esta mejora viaria, que confía en que arranque a la mayor brevedad posible, una vez superada la época fuerte de verano, "va a resultar espectacular y será fundamental tanto para mejorar la seguridad de los peatones y conductores como para revitalizar la imagen del entorno y potenciar el turismo, ya que este vial conduce a una importante zona de playas".

Tras agradecer la implicación del diputado de Mobilidade, Uxío Benítez, el máximo mandatario explica que "la obra está valorada en más de 542.000 euros" y el ente provincial aporta "el 80% del coste total, mientras que desde el Concello afrontaremos el 20% restante".

Se trata, en consecuencia, de "una operación trascendental que ha sido posible después de la importante gestión realizada por este gobierno, especialmente a través de departamentos como las concejalías del Rural y de Obras".

Tratarán de ganar tiempo

Una vez finalizado el proyecto, solicitado el informe correspondiente a Patrimonio y logradas las cesiones de terreno necesarias para ensanchar la plataforma de rodadura, ahora llega el momento de rubricar el convenio de colaboración entre la Diputación y el Concello, a la espera de que la Xunta conceda la autorización definitiva, dada la existencia de bienes catalogados por su elevado valor patrimonial, como es el caso de la iglesia parroquial.

Sea como fuere, tanto Cacabelos como Uxío Benítez insisten en que las obras empezarán después del verano, y si no llega antes el informe de Patrimonio empezará a actuarse en las zonas desafectadas "para ir ganando tiempo".

El alcalde y el diputado coinciden igualmente en que el tramo a mejorar resulta ahora "especialmente complicado" para el tráfico, de ahí que se desarrollara este proyecto para, sobre todo, proteger a los "colectivos más vulnerables", como son "los peatones, ciclistas y personas con movilidad reducida".

El resultado no es la ejecución de aceras propiamente dichas, como siempre se había planteado, sino un plan de humanización que simulará una gran alameda y mejorará las inmediaciones del atrio parroquial "conformando un espacio viario seguro y tranquilo en el que se fomente la convivencia de todos los medios de transporte y sistemas de desplazamiento".

No solo aceras

El propio Cacabelos abunda en ello diciendo que "inicialmente iba a ejecutarse un proyecto de menos de 300.000 para hacer unas aceras, pero no son viables porque en muchos tramos no se alcanzaba el ancho mínimo en el vial, por eso entre la Diputación y este gobierno ponemos ahora a disposición de los vecinos y quienes nos visitan una plataforma de rodadura que va a ensanchar la carretera de lado a lado y tendrá una parte para peatones y ciclistas y otra para coches, estableciendo elevaciones en las zonas más conflictivas, como una especie de badenes amplios y largos".

Es, en consecuencia, un proyecto que el alcalde va a presentar personalmente a los vecinos en próximos días "porque se trata de una mejora fundamental para ellos, explicándoles que tendrá tres o cuatro meses de ejecución y que va a permitir igualmente el adecentamiento y humanización de la entrada a la iglesia, donde ahora está situado el cruceiro de piedra sobre el asfalto".

Como el diputado Uxío Benítez, el alcalde José Antonio Cacabelos incide, igualmente, en que "se embellecerá el acceso a playas como Area Grande y O Carreiro, así como a un entorno natural de gran belleza".