Aunque no se trata de la ampliación de las excavaciones arqueológicas que se demandan desde hace años, al menos los trabajos científicos regresan al yacimiento de Adro Vello, en O Grove.

Lo hacen de la mano de la Universidade de Vigo y el proyecto "Salt and fish salting in ancient Gallaecia. Looking for the origins of the Galician canned fish industry", incluido en el programa europeo Marie Curie.

Se trata de encontrar los orígenes de la industria conservera y salazonera; y, evidentemente, la península meca tiene mucho que decir en esta materia.

La concejala de Cultura, Emma Torres, es la encargada de anunciar que desde hoy se desarrollan los trabajos de dicho proyecto en busca de los orígenes de la industria conservera gallega, explicando que se trata de "elaborar un registro pormenorizado sobre las factorías de salazón, además de recoger materiales y muestras para su posterior procesado y análisis".

Adolfo Fernández Fernández, del departamento de Ecología y Biología Animal de la Universidade de Vigo, es el encargado de dirigir esta intervención arqueológica.

Doctor en Arqueología por la Universidade de Vigo, además de especialista en economía y comercio de época romana y tardoantigua a través de su cultura material, Adolfo Fernández es autor de decenas de textos científicos y comunicaciones científicas.

Al margen de referirse a la importancia de esta investigación sobre el proceso de la salazón desarrollado ya en la época romana, y a la trascendencia de documentar los orígenes de la industria pesquera y conservera en Galicia, Emma Torres aprovecha para indicar que este trabajo científico debe servir para alertar una vez más sobre el "lamentable estado de abandono" del yacimiento de Adro Vello.

La concejala socialista trata así de llamar la atención de la Xunta, una vez más, intentando conseguir la ansiada ampliación del proyecto arqueológico iniciado hace décadas; el mismo que descubrió la riqueza que encierra Adro Vello pero que aún así quedó olvidado para siempre. Y eso que los investigadores creen que lo más importante de este espacio está aún enterrado.

La concejala de Cultura, que lo es también de Turismo, sabe que el deterioro y declive de Adro Vello es un handicap importante, hasta el punto de convertirse en un "ejemplo claro de la pérdida de un potencial recurso turístico".

De ahí que Emma Torres vuelva a insistir para que la Xunta tome en consideración que Adro Vello "es un punto de referencia fundamental para la historia de Galicia, y no solo desde la perspectiva de los orígenes de la industria pesquera de nuestra comunidad, sino también por tratarse de un espacio de enorme riqueza que encierra otros muchos elementos de interés".

La "demostrada riqueza" de este yacimiento queda clara, por ejemplo, si se recuerda que en las primeras excavaciones se descubrieron numerosos restos humanos, de ahí que la parte más destacada de Adro Vello sea la correspondiente a la necrópolis.

Lo que sucede es que como no había dinero suficiente para seguir excavando lo que se hizo fue cubrir los esqueletos con plásticos y echarles tierra encima,

Pero Adro Vello no solo destaca por la necrópolis. En realidad hay restos de al menos cuatro etapas bien diferenciadas, como por ejemplo una villa romana, del siglo I hasta el siglo IV; la citada necrópolis de inhumación cristiana, que empezó a formarse en el siglo V y donde pudieron haberse realizado más de 4.000 enterramientos durante 1.300 años; los restos de una pequeña iglesia, parece que del siglo VII; y un yacimiento cuya gran parte parece seguir enterrado aún bajo la carretera, y donde según los arqueólogos puede haber trescientos metros cuadrados de superficie rica en hallazgos.

Y todo eso sin olvidar los restos de una pequeña torre rectangular provista de un recinto amurallado -siglo XII- que tuvo fines defensivos.

Vieja reivindicación

De ahí la importancia de desarrollar un nuevo proyecto arqueológico en la zona, que es algo en lo que incide ahora Emma Torres pero ya planteó el gobierno socialista en su anterior etapa. En el año 2010, siendo también alcalde José Cacabelos, éste advertía: "Sin apoyo es imposible recuperar el yacimiento arqueológico de Adro Vello, y la única solución puede ser enterrarlo de nuevo, para detener su progresivo deterioro".

Alertaba así de "la falta de interés de la Xunta y la Diputación" para con este espacio, lamentando que las demás administraciones "no quieren colaborar con el Concello en la preservación de este importante espacio patrimonial, y solo con fondos municipales es imposible actuar convenientemente".

Las cosas siguen en la actualidad más o menos como estaban -aunque tendiendo a empeorar- y nada se ha avanzado desde aquellas excavaciones realizadas hace casi cuatro décadas en este enclave situado en la playa de O Carreiro.

Actualmente apenas hay nada que ver porque el proyecto de musealización del entorno sigue encerrado en un cajón.