La Guardia Civil detuvo a 13 jóvenes, en edades comprendidas entre los 16 y 22 años, a los que se les acusa de la comisión de cerca de un centenar de delitos contra el patrimonio, fundamentalmente robos y hurtos en vehículos, viviendas y establecimientos de la comarca del Salnés, en la provincia de Pontevedra.

Tras nueve meses de investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil del Puesto Principal de Cambados, en colaboración con los Puestos de Sanxenxo y Vilagarcía de Arousa y las Policías Locales de Cambados, Vilanova de Arousa, Illa de Arousa, Meaño y Sanxenxo, se da por finalizada la denominada operación Teide, iniciada en el mes de septiembre de 2016 al detectarse un incremento de los delitos contra el patrimonio en la localidad de Cambados y ayuntamientos limítrofes.

En el verano del año 2016, la Guardia Civil detecta la existencia de un grupo de jóvenes, alguno de ellos menores de edad, que de forma sistemática estaban perpetrando pequeños hurtos y robos, principalmente en la localidad de Cambados. En los meses de septiembre y octubre de 2016 se realizan las primeras detenciones y se interviene una importante cantidad material y efectos que permiten conocer el modus operandi que utilizaban los investigados para cometer los robos y los procedimientos empleados para deshacerse de los efectos sustraídos.

En esta primera fase de la investigación se realizaron cinco detenciones, dos de ellos menores de edad y se identifican a otros dos jóvenes que facilitaban las acciones delictivas, ocultando o facilitando la venta de los efectos sustraídos.

Durante los primeros meses del 2017 se lleva a cabo un seguimiento de la actividad de los investigados y finalmente en los meses de mayo y junio se realizaron doce nuevas detenciones. Los arrestados son jóvenes de entre 16 y 22 años, que residen en los términos municipales de Cambados, Meaño y Vilagarcía de Arousa, seis de ellos menores de edad. El día 15 de junio se practican las tres últimas detenciones, dándose por finalizada la investigación.

A lo largo de la investigación se intervinieron gran cantidad de efectos, localizados en los dos registros domiciliarios que se realizaron, en zulos acondicionados al efecto por los detenidos o en poder de terceras personas que los habían adquirido de buena fe. En total se recuperaron: once teléfonos móviles, tres tablets, un radio CD, una máquina de análisis de azúcar para diabéticos, un ordenador portátil, un disco duro, tres ciclomotores, 5 bicicletas, un patinete, una radial, un taladro, una motosierra, numerosas herramientas de fontanería, así como bolsos y mochilas con prendas de vestir, gafas de sol, etc.

A los detenidos se les investiga por su presunta participación en más de noventa delitos contra el patrimonio, entre ellos:

Hurtos en interior de turismos y furgonetas:

Destacan por su número los hurtos en el interior de vehículos. Mediante los seguimientos realizados, se pudo comprobar que estos jóvenes recorrían a pie las calles de Cambados y localidades limítrofes de los términos municipales de Meaño y Vilanova de Arousa, comprobando, de forma sistemática, los dispositivos de cierre de todos los vehículos que se encontraban estacionados en zonas poco transitadas, hasta localizar aquellos que tenían las puertas sin accionar el cierre de seguridad, sustrayendo dinero en efectivo, bolsos, teléfonos móviles y en general cualquier pertenencia que tuviera algún valor.

Se recuperaron numerosos teléfonos móviles, tablets y otros efectos que procedían de alguno de los 28 delitos de este tipo. Una de las zonas donde solían actuar eran los lugares donde habitualmente estacionaban los turismos de las mariscadoras del Sarrido en Cambados, donde llegaron a sustraer 1.100 € en uno de los vehículos.

Entre sus víctimas también figuraban los repartidores del pan que se ausentaban del vehículo para hacer las entregas. Tenían controladas a sus víctimas y aprovechaban para sustraerles la recaudación del reparto o los teléfonos móviles durante los escasos minutos que se ausentaban dejando el vehículo abierto.

El caso más espectacular lo protagonizaron el mes de enero de este año con el robo de diverso material y herramientas del interior de una furgoneta que estaba estacionada en la localidad de Dena (Meaño). En esta ocasión, los autores no sólo se apropiaron de la mercancía del vehículo, sino que además lo incendiaron en el polígono industrial de Nantes para eliminar cualquier prueba incriminatoria.