Los grovenses Avelino Ochoa y Lino Prieto son dos firmes defensores de la cultura marítima tradicional. Y no solo difunden siempre que pueden un mensaje en pro de la preservación de las embarcaciones y de la carpintería de ribera, sino que predican con el ejemplo. Ahora dan un paso más ofreciendo una estrecha e interesante colaboración en libro "Vento nas velas"; una recopilación de material fotográfico realizada por Xurxo Lobato en la que se ofrecen todo tipo de explicaciones sobre ese rico patrimonio inmaterial existente en rías gallegas como la de Arousa.

Lino Prieto, el que fuera presidente de la asociación Amigos da Dorna Meca, analiza en profundidad la tipología de las diferentes naves y resala sus singularidades en función del puerto del que sean originarias.

El bote de Ribadeo, el bote polbeiro de Bueu, buceta, dorna de tope, lancha xeiteira, galeón, gamela coruxeira, trainera, gamela guardesa, racú, pailebote y, por supuesto, la tradicional dorna meca, son algunas de las embarcaciones que centran el trabajo de Lino Prieto para ilustrar las imágenes de Lobato, quien recientemente cosechó un importante éxito a nivel internacional con un libro centrado en el producto diferenciado con el sello Mexillón de Galicia.

En cuanto a la colaboración prestada por el abogado Avelino Ochoa, presidente de la Asociación Gallega de Barcos Clásicos y de Época, hay que decir que con sus reflexiones despeja cualquier duda sobre la importancia de la cultura marítima y lo mucho que representa este patrimonio, además de detallar el significado de los barcos clásicos.

Lo que hace Ochoa es plantear una pregunta: ¿Existe cultura marítima en Galicia? La respuesta es que "Galicia, toda ella, es una cultura marítima y, específicamente, hay una parte de su población situada en la costa que tiene en común un conjunto de conocimientos, creencias y costumbres y que están relacionados con el mar desde el Paleolítico".

En relación con esto explica que "la cultura marítima no debería encasillarse en un origen geográfico determinado, sin prejuicio de que determinadas tipologías lleguen a su cumbre cultural en un ámbito geográfico concreto". Lo que quiere decir es que "el mar es un nexo, una comunicación permanente entre pueblos", al igual que "fue, es y será un vínculo, un canal que transmite conocimientos, experiencias y tradiciones".

Y acto seguido manifiesta que "la importancia de preservar el patrimonio marítimo flotante, como testimonio y orgullo de una determinada cultura marítima, tiene la misma justificación que la de defender y conservar el patrimonio cultural en general".

Tanto es así que, a juicio de Avelino Ochoa, "una dorna tiene por lo menos el mismo fundamento para ser protegida que, por ejemplo, un peto de ánimas", a lo que "hay que añadir, al igual que con el resto del patrimonio cultural, la especial incidencia que pueden tener los barcos clásicos y tradicionales" desde el punto de vista turístico.