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Los silvestristas arousanos temen que se prohíba definitivamente la captura de pájaros

Comparan las limitaciones a su actividad con las campañas antitaurinas -Niegan que este deporte cause problemas ambientales -La cría en cautividad no parece la solución

Los silvestristas creen que la cría en cautividad es insuficiente.

Los aficionados al silvestrismo -hay decenas de silvestristas activos en la comarca de O Salnés- temen que más pronto que tarde Galicia se sume a otras regiones españolas que ya han prohibido la captura de especies silvestres, siguiendo así los dictados de la Unión Europea.

Convencidos de que su actividad no perjudica al medio ambiente, consideran que las últimas directrices europeas atentan contra las singularidades de las diferentes regiones del continente y denuncian que se entierra para siempre una tradición ancestral.

Se dedican, en épocas previamente autorizadas y en base a un cupo establecido por las autoridades competentes, a capturar especies como verderones, pardillos, verdecillos o jilgueros que después entrenan a conciencia y miman en sus casas para presentarlos a diferentes concursos nacionales e internacionales -cada vez con más adeptos- en los que se valora el canto de esos pájaros, tal y como se ha visto en diferentes campeonatos organizados en la isla grovense de A Toxa.

Y cuando llega el momento o si los ejemplares capturados no sirven para cantar los devuelven a su medio natural, "por lo que no constituimos ninguna amenaza; los verdaderos problemas para los pájaros y todo tipo de aves les llegan mediante el empleo de pesticidas o la destrucción de espacios naturales".

Quien así se posiciona es Rafael Prol Caneda, presidente de la asociación ornitológica y de silvestrismo de O Grove, donde ajustándose a la ley vigente llevan años realizando "capturas controladas y muy limitadas".

A modo de ejemplo, explica que antiguamente se permitía que cada silvestrista capturara una decena de pájaros, "pero el año pasado ya rebajaron la cantidad a solo cinco; en la actualidad estamos pendientes de que nos respondan a las solicitudes, de tal forma que podríamos realizar las capturas durante once días de septiembre u once días de octubre", relata el silvestrista grovense.

Preguntado en relación con la prohibición de capturas aplicada en regiones como Baleares, Cantabria, Asturias y Navarra, además de en Guipúzcoa y, temporalmente, Castilla León y Cataluña, Rafael Prol confirma los miedos de este colectivo porque las demandas de grupos de presión, como el de los ecologistas, "sigue en aumento, como sucede en el caso de las corridas de toros, capeas y demás espectáculos taurinos".

A la espera de que se resuelvan los recursos preparados por la Federación de Caza, el propio Rafael Prol reconoce que "va a ser muy complicado salvar esta vieja tradición, a pesar de que, insisto, nosotros no somos ningún problema para las diferentes especies".

Visiblemente "preocupado" por el negro futuro que parece amenazar al colectivo, este criador grovense especializado en los canarios -con los que logró títulos importantes a nivel nacional e internacional-, Prol insiste también en que "cada vez se crían más pájaros en casa, por lo que es preciso capturar menos en libertad, de ahí que no tenga sentido que erradiquen esta práctica definitivamente".

Consanguinidad

En relación con esto explica que "siempre será necesario recurrir a las capturas de pájaros silvestres para evitar los problemas de consanguinidad que pueden darse si nos limitamos exclusivamente a la cría en cautividad".

Además hay que tener presente, como indica el propio Rafael Prol y corroboran diversos expertos, que la cría en cautividad no siempre es posible, por lo que esta opción se antoja una alternativa poco fiable a la captura de pájaros en libertad.

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