El instituto Francisco Asorey contará con siete aulas más en cuanto esté terminada su ampliación, previsiblemente a principios de otoño. De este modo, el centro podrá implantar la Formación Profesional básica y adaptar sus ciclos formativos a la Lomce.

El delegado territorial de la Xunta de Galicia en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, acudió ayer al acto de replanteo de la obra, que se le ha adjudicado a la constructora San José por un importe de 770.000 euros, de los cuales el 80 por ciento proceden de fondos europeos. El resto lo aporta la Consellería de Educación.

Con la firma del acta de replanteo podrían ya comenzar los trabajos, pero lo que se va a hacer estos días es acopiar el material, puesto que el grueso de la actuación no empezará hasta que terminen las clases, a finales de la semana próxima.

Lo que se va a hacer es derribar una parte de la cubierta del centro, para desde ahí ampliarlo, con lo que ganará una superficie de unos 600 metros cuadrados. El hecho de que haya que afrontar una actuación de ese tipo aconsejaba esperar a un periodo vacacional, para evitar riesgos para los estudiantes.

En su visita institucional, Cores Tourís explicó que el plazo de ejecución es de cuatro meses, pero que la empresa "trabajará los sábados y los domingos si hace falta", para reducir ese plazo un mes y que la obra esté prácticamente acabada a mediados de septiembre, que es cuando empieza el curso próximo.

Esta es una actuación muy demandada, puesto que el Francisco Asorey es uno de los institutos de la comarca con más demanda de matrícula por sus ciclos formativos, y sus instalaciones actuales se quedaban escasas. Lo que permitirá la ampliación es habilitar siete aulas nuevas, aseos para profesores y un almacén de limpieza. Entre las dependencias nuevas habrá aulas taller y polivalentes.

En invierno hubo polémica entre el PP y el Concello por el supuesto retraso en la concesión de la licencia municipal a la obra. En cualquier caso, el cuatripartito recordó que en ningún momento se había contemplado empezar la obra antes de que terminase el actual curso. Cores Tourís reconoció este extremo ayer al admitir que los trabajos serán en verano, "para minimizar el impacto en la actividad habitual del instituto".

Mientras, el jefe territorial de Educación en Pontevedra, César Pérez Ares, también apuntó sobre la desafectación de las casas de los profesores del Antonio Magariños que hay que respetar la legalidad, pero que se reunirá con el Concello en julio para buscar una alternativa que, guardando la normativa, pueda satisfacer los intereses de todas las partes.