Las aplicaciones informáticas están en todos los niveles. Así lo aprenden los alumnos de la asignatura de programación del instituto vilagarciano Castro Alobre que ayer, con ayuda de su profesora Susana Oubiña Falcón, programaron un sensor con el que midieron la concentración de partículas contaminantes en el aire.

Las PM2.5 (materia particulada de 2,5 micras) son las partículas más pequeñas que pueden ser respiradas por el ser humano y por tanto, quedarse en el organismo. El valor establecido como proporción normal de estas partículas (polvo, cenizas, emisiones de fluido diesel, entre otras) es de 25 microgramos por metro cúbico al que se le suman un margen de tolerancia, por lo que el límite máximo está en 52 microgramos por metro cúbico.

Los datos aportados por el sensor que programaron los alumnos en el aula de informática resultaron la mitad de la medida normal establecida como tolerable, por lo que la conclusión es que el aire en la zona del instituto está bastante limpio.