Una sentencia que ya es firme pone fin a varios años de conflicto iniciados por unos particulares contra la comunidad de montes de Rubiáns por la titularidad de unos 13.000 metros cuadrados de terreno en el monte de Soutelo. La demandante, que primero acudió por la vía penal y al serle rechazada continuó por la civil, se enfrenta ahora al pago de 8.000 euros de costas correspondientes a los gastos legales de los comuneros.
Al parecer, la parcela en cuestión fue ocupada por un terrateniente en la época de la guerra civil y después intentó venderla a otro. En su momento, según relatan los comuneros en base a la documentación que obra en su poder, se le advirtió que enajenaba una propiedad cuya titularidad no tenía clara, por lo que poco después redactó un "acta de notoriedad" con dos testigos de parte que apoyaron sus tesis, aunque más tarde la traspasó a su esposa y ésta la vendió a sus hijos, al parecer en un intento de legalizar la situación. Pero los comuneros tenían en su poder documentación que acreditaba que los terrenos en cuestión estaban calificados como monte comunal.
Mientras no se hizo nada sobre el terreno, la vida continuó sin incidencias. Pero hace aproximadamente tres años los comuneros decidieron cortar los viejos pinos de más de 45 años que tenían en el monte de Soutelo con el fin de acometer su repoblación con castaños. Fue en ese momento cuando la familia que se consideraba propietaria de parte de los terrenos intentó impedir que el maderista cortara los árboles que consideraba suyos.
El presidente de la comunidad de montes Xurxo Abuín ordenó al maderero contratado que continuara con los trabajos, de los que se hacía personalmente responsable. Poco después le llegó una demanda penal al máximo representante de los comuneros.
Tras las primeras declaraciones en el Juzgado de Vilagarcía donde la directiva de la comunidad de montes aportó su documentación, el juez acabó por no admitir el proceso penal.
Cerrada esta vía judicial, una de las familiares decidió continuar pleiteando por la vía civil, pero la documentación y el informe técnico aportados por los comuneros dejaron a las claras que la titularidad de la parcela les corresponde. Por tanto la sentencia falló a su favor, obligando a la demandante al pago de costas. Éstas fueron valoradas por los comuneros en 8.000 euros.
En la parte de los terrenos que fueron objeto del litigio los comuneros crearon un arboreto en el que plantaron especies propias del clima atlántico.
Ejemplo
"Esperamos que esto sirva de ejemplo para los demás. Quienes ocuparon hace 30 o 40 años monte comunal, lo disfrutaron, pero ahora es el momento de devolverlo en lugar de pleitear por algo que saben que no les pertenece", declaró el presidente de los comuneros de Rubiáns.
Esta comunidad de montes aún tiene un litigio pendiente con los comuneros de Cornazo que, según denuncia, no solo se apropiaron de parcelas de su propiedad, sino que también procedieron a cortar los árboles que tenía.
