La subasta del Plan sobre Drogas celebrada anteayer en Madrid establecía que si no había ninguna oferta por el primer precio de licitación y, en consecuencia, quedaba desierta la primera subasta, se procedería de forma automática a una segunda, en la cual el precio de salida se reducía un 30 por ciento.

La práctica totalidad de los subastadores optaron por esperar a la segunda puja, lo que les ha permitido obtener las propiedades por unos valores muy inferiores a los que tendrían en condiciones normales. El gran chalé de Laureano Oubiña, por ejemplo, lo ha comprado un particular de las Islas Canarias por poco más de 245.000 euros. El hombre no solo se lleva la casa, sino también la enorme finca cerrada que le pertenece.

Otra de las "gangas" de la jornada fue la casa con bodega de Meaño, que perteneció a Manuel Barroso, y por la que se han pagado poco más de 100.000 euros. Otro subastador se llevó un chalé en Vilanova, a escaso medio kilómetro de las playas de As Sinas, por 90.000 euros, y se vendió un local comercial situado cerca del centro comercial Arousa y de 240 metros cuadrados de superficie por apenas 107.000.

También se subastaba un piso de protección oficial en las inmediaciones de la oficina de la Seguridad Social y el instituto Castro Alobre, y se vendió por 35.000 euros. El ganador se lleva así una vivienda de 85 metros cuadrados por un precio muy difícil de encontrar en el mercado inmobiliario actual, incluso con las rebajas que se produjeron a raíz de la crisis.

En varios casos solo hubo un postor por cada propiedad.