La Agrupación de Productores de Parques de Cultivo de Carril participa en un proyecto de ámbito europeo que coordina la Universidad de Santiago de Compostela (USC) para evaluar la influencia de la luz artificial en el medio marino y proponer soluciones de "iluminación inteligente" que mejoren la productividad en la acuicultura de la UE. Y es que la contaminación lumínica "puede producir un cambio en la actividad de los depredadores, así como alterando los ciclos reproductivos estacionales y la conducta alimentaria, afectando a la regeneración de los parques", explican los investigadores del "Aqualight", un proyecto claramente pionero debido a los pocos estudios que existen sobre la influencia de la iluminación artificial en el cultivo de peces y moluscos.

Dirigen y participan en la investigación los profesores Luz Pérez-Parallé y José Luís Sánchez del Instituto de Acuicultura, y Salvador Bara del departamento de Física Aplicada, todos ellos de la Universidad de Santiago. Dentro del consorcio promotor del proyecto están involucrados un total de 18 centros de investigación y empresas tecnológicas y acuícolas de nueve países europeos, entre las que se encuentra la agrupación de parquistas que preside José Luis Villanueva.

El estudio ya está elaborado y actualmente se encuentra en fase de búsqueda de financiación. Sin embargo la Universidad va a llevar a cabo unos ensayos previos para analizar las condiciones ambientales de iluminación mediante medidores de intensidad lumínica que se colocarán próximamente en los viveros de Carril. Inicialmente se instalarán dos aparatos: uno irá sumergido y otro cercano a tierra, y permanecerán en los parques durante un mes lunar, es decir, 28 días.

Uno de los objetivos del proyecto es determinar los parámetros óptimos de iluminación (en cuanto a intensidad, fotoperiodo, longitud de onda, ...) para la reproducción, el crecimiento y la supervivencia de diferentes especies de moluscos y peces, como por ejemplo el berberecho y la almeja de Carril. Y es que la contaminación lumínica puede afectar a la actividad de los depredadores, y consecuentemente, a la de los viveros, de los que viven unas 600 familias, según los datos que maneja la agrupación de productores que dirige Villanueva.

Un ejemplo de ese impacto podrían ser los episodios en los que los jabalíes bajan del monte a arrasar las producciones marisqueras carrilexas.

La iluminación artificial es una pieza clave en la lucha contra el furtivismo, y de ello son conscientes tanto la cofradía de Carril (cuyo próximo patrón mayor prepara un ambicioso proyecto de vigilancia) como los propios investigadores de la USC, que propondrán alternativas a los sistemas convencionales para poder seguir conservando luz artificial en el entorno de los viveros pero con un régimen y tipo de iluminación "adecuados".

Tras recabar los datos y concretar el impacto de la contaminación lumínica, el siguiente paso es poner en marcha "soluciones de "iluminación inteligente" rentables e innovadoras utilizando tecnologías de iluminación emergentes para mejorar sustancialmente la productividad en acuicultura de la Unión Europea. Para ello, se pretende aplicar estrategias óptimas de iluminación durante los diferentes estadios de desarrollo de peces y moluscos, innovando en la producción de luz, supervisión y control, reduciendo costes, asegurando la sostenibilidad, mejoran la salud y el bienestar animal y siguiendo los estándares más altos de protección ambiental", sostienen Luz Pérez-Parallé, José Luís Sánchez y Salvador Bara.