La acumulación de algas sobre los bancos marisqueros se ha convertido en un grave problema para la Cofradía de Vilanova, que acumula ya más de un mes luchando, prácticamente a diario, para que no acaben provocando una importante mortandad en la producción de almeja.
En esa lucha han implicado al Concello de Vilanova, que ha aportado maquinaria para facilitar el ingente trabajo que están realizando las mariscadoras, en especial en zonas como O Castelete o As Patiñas.
Precisamente en el primero de los arenales, se concentraron ayer las mariscadoras para retirar el gran manto verde que amenaza sus bancos marisqueros, tal y como reconocía la patrona mayor de Vilanova, María José Martínez Vales. "En esta época, el principal problema que tenemos es con el limo, que se acumula en las playas y nos obliga a trabajar en su retirada para evitar que pueda pudrirse y acabar con toda la producción marisquera de la zona".
En el último mes, las mariscadoras han retirado varias toneladas de algas de diferentes puntos, como la propia playa de O Castelete, o la del campamento en As Sinas, porque "nos exponemos a un año de los más prolíficos en este sentido, mucho me temo que vamos a sufrir una gran cantidad de problemas por causa de las algas", explica la patrona mayor de Vilanova de Arousa.
Las algas que se están retirando de los arenales, entre ocho y diez tractores diarios, se amontonan "en una serie de depósitos para los que tenemos autorización, con el fin de ser retiradas en un período de tiempo prudencial gracias a una grúa.
Los trabajos de limpieza de los arenales se han ejecutado dos veces al día y se extenderán durante las próximas semanas para garantizar la pervivencia de la producción que, por el momento, todavía no se ha visto afectada.
El pósito de Vilanova no es el único que, con relativa regularidad, se ve golpeado por la presencia masiva de algas que la marea arrastra a sus costas. En la vecina Cofradía de A Illa también están acostumbradas a pelear con espesos mantos verdes que amenazan sus bancos marisqueros.
De hecho, en los últimos años han tenido que afrontar varias limpiezas muy intensas de zonas como A Sapeira, donde la existencia de la rampa de Cabodeiro provoca que las mareas acaben acumulando un exceso de algas en ese arenal.
