La presencia de delfines en la ría de Arousa es un auténtico espectáculo para cualquier persona que se acerque a disfrutar del mar. Sin embargo, la proliferación de individuos de esta especie en las aguas interiores de la ría se ha convertido en un auténtico calvario para la flota de enmalle que ve como, cada vez que lanzan las redes regresan con ellas totalmente destrozadas, provocándoles un quebranto económico muy importante.

Por este motivo, una parte importante del sector considera que la Consellería do Mar debería tomar cartas en el asunto, y aplicar medidas que sirviesen para evitar o, al menos, paliar los constantes daños que están sufriendo en sus aparejos. Las medidas a las que se refieren ya se aplican en tierra con otras especies como el jabalí, o incluso, con otras protegidas, como el lobo, cuando dañan la producción agrícola o ganadera. Entre los marineros más molestos con la situación se encuentra la flota de A Illa de Arousa que se dedica al "xeito", que además de las limitaciones de cuota que sufren deben afrontar las pérdidas económicas que les causa solucionar los daños que les causa la presencia de los delfines.

Adelino Santamaría, uno de los marineros afectados, explica que "la proliferación de delfines este año nos está dificultando el trabajo, ya que en cuanto largas los aparejos, aparecen de inmediato y comienzan a destrozarlo para capturar el pescado que está en el interior". En años anteriores, solo el ruido del motor del barco los espantaba, "pero este año no está siendo así; es más, cuando escuchan el ruido del motor, ya vienen directamente a la embarcación para destrozar los aparejos, por lo que creemos que la Consellería do Mar debería aplicar algún tipo de medida, que pueden ir desde el control de la población, métodos para espantarlos o hasta la puesta en marcha de indemnizaciones, como ya llevan años implantadas en tierra".

Una red del "xeito" tiene un coste nueva de unos 500 euros y reparar el paño ronda los 280, "si cada vez que salimos regresamos con ella dañada, las pérdidas económicas son muy altas y no podemos afrontarlas". Un ejemplo de lo que está sufriendo la flota del "xeito" y otras de enmalle es lo que le ocurrió hace un par de semanas a un barco de A Illa, que montó dos aparejos nuevos para trabajar el lunes "y el martes los tuvo que tirar porque estaban totalmente inservibles por culpa de los ataques de delfines".

Geno García, otro marinero del "xeito" de A Illa apunta que "entre la punta de Campelo, la isla de Rúa y Vilagarcía es imposible lanzar la red, porque es garantía de que viene destrozada, y es que en cuanto escuchan el motor ya se acercan, pues las escenificaciones que realizan los barcos de pasaje de O Grove para que los turistas puedan ver los delfines, en las que le dan de comer, les han acostumbrado a convivir con el ruido de los motores, y eso nos está perjudicando". García entiende que son un animal que "se debe proteger, pero también es necesario que se nos proteja a nosotros".