La cofradía de Cambados remonta el vuelo desde el punto de vista económico. Así lo afirma al menos el equipo que dirige el patrón mayor, Ruperto Costa, quien presentó los datos contables a 31 de diciembre pasado en una asamblea celebrada ayer en el pósito.

Costa plantea que la deuda se ha reducido en unos 100.000 euros "porque estamos haciendo una gestión responsable, con un control absoluto del gasto corriente y sin gastos de representación". Sobre esto, afirma que el anterior patrón mayor, Benito González, llegó a pasar en unos años 9.100 euros en gastos de representación, "y yo por ese concepto llevo 33 euros".

En el balance de cuentas presentado por la cofradía se indica que es necesario revisar los precios de venta de hielo en la fábrica de Tragove, puesto que está dando pérdidas, y también se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de vender el barco "Tragove" y subcontratar los servicios que presta. Según los responsables del pósito, la embarcación se ha convertido "en un pozo sin fin", y durante 2016 hubo que gastar casi 5.000 euros en reparaciones.

Según los datos contables oficiales, antes de entrar en el gobierno del pósito el equipo de Ruperto Costa, la deuda rondaba los 340.000 euros, mientras que ahora se sitúa en poco más de 236.000.

Costa apuntó que las cifras podrían ser aún mejores de no ser por los gastos derivados de la reparación que hubo que hacer en la "Tragove" y en la fábrica de hielo (16.000 euros), el conflicto laboral con los tres lonjeros (13.000 euros) o la compra de semilla con fondos propios (60.400 euros).

Los buenos resultados se han debido también en gran parte a la facturación de la lonja, puesto que en 2016 se alcanzaron los 8,3 millones de euros, la cifra más elevada de la historia. Para encontrar un año semejante hay que ir a 2010, cuando la rula de Tragove facturó 8,1 millones. El ejercicio pasado se cerró con 21.800 euros de beneficios, y el objetivo de Costa es que la cofradía no tenga deuda alguna a finales de 2018.