La isla de A Toxa, necesitada de una mayor inversión para revertir la tendencia de los últimos años, cuando su declive se ha hecho notorio, parece despertar poco a poco de su letargo. Y no solo gracias a las grandes inversiones realizadas ya o proyectadas -como el puerto deportivo y la recuperación de Beach Club-, sino también por "pequeñas" acciones que acaparan el interés de arousanos y visitantes, como la Aldea Grobit, la red de senderos del Monte Central o la presencia de los burros fariñeiros.
Unir estos tres atractivos en un gran paquete promocional parece marcar una línea que el Concello tendrá que explotar a partir de ahora, basándose en el trabajo realizado por la concejalía de Medio Ambiente y sin perder de vista a la de Turismo.
La estrategia parece clara, sobre todo pensando en atraer un turismo familiar y lograr que los visitantes lleguen a A Toxa y O Grove no solo para pasar unas horas de la tarde del domingo -por ejemplo-, sino para aprovechar jornadas enteras recorriendo la isla e incluso desplazándose al centro urbano y a lugares de interés como Punta Moreiras.
Así puede deducirse de lo sucedido en las últimas semanas, cuando la promoción realizada en las redes sociales parece haber generado una mayor afluencia de público a espacios de fantasía como la Aldea Grobit.
Queda patente en el perfil en Facebook de "Parque Infantil La Aldea de los Grobits", donde además de mostrarse imágenes que dan cuenta de la gran afluencia de público se ofrecen todo tipo de explicaciones para entender mejor el espíritu de este espacio de ocio situado en un marco natural tan importante como el Parque Forestal.
Ya con un millar de seguidores, a pesar de su reciente creación, este perfil informa, por ejemplo de que "los niños se acercan, sobre todo los fines de semana, en busca de los pequeños Grobits, que descansan en casas semienterradas con ventanas y puertas de una antigua madera forjada en inhóspitos talleres de las tierras termales".
Esos personajes "duermen sosegadamente entre los aromas de la madera seca y el bullicio exterior de las personas jugando en la acogedora Aldea del bosque de A Toxa", relata la publicación en Facebook empleando tintes literarios acordes con el mensaje de ficción que se quiere lanzar en este enclave. Y con la misma fantasía se explica que esos niños "intentar abrir las puertas como si de la espada de Excálibur se tratara, pero no hay manera de sacarlas de sus marcos".
Es, no cabe duda, una forma diferente de promocionar las visitas a una isla que fue estandarte del turismo en Galicia y que, como se explicó en tantas ocasiones, perdió protagonismo en los últimos tiempos.
De ahí la necesidad de que el Concello realice un esfuerzo especial para promocionar enclaves tan especiales como la Aldea Grobit, ofreciendo al mismo tiempo la posibilidad de complementar esta visita con la de los burros fariñeiros que tanto interés despiertan a las puertas de A Toxa y con los paseos por el interior del Monte Central.
