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El riesgo de mildiu en el viñedo aumenta tras las últimas lluvias y tormentas

Detectan una nueva plaga en O Salnés, pero es considerada "menor"

La Estación Fitopatolóxica de O Areeiro recomienda a los viticultores renovar el tratamiento contra el mildiu, pues los técnicos alertan de que las últimas lluvias y las tormentas que se han registrado desde el jueves "son el mejor transmisor para extender esta enfermedad".

Por ello, aconsejan renovar los tratamientos en cuanto las precipitaciones lo permitan, salvo que la aplicación de los productos sea muy reciente. En ese caso, y dado que el viñedo estará teóricamente protegido, lo que se recomienda es "comprobar y vigilar que no aparecen síntomas nuevos".

Asimismo, recuerdan que en el caso de aquellos viñedos donde haya un exceso de vegetación, hay que actuar en las zonas que están encerradas entre el follaje, puesto que de no hacerse así esa parte de la planta quedaría expuesta al hongo. Los técnicos de O Areeiro, que depende de la Diputación, argumentan también que la presencia de esporas se ha incrementado notablemente en los últimos días.

En cuanto al oidio y la botritis, señalan que no ha aumentado su incidencia, pero alertan a los vitivinicultores de que las condiciones ambientales actuales son propicias para estos parásitos, por lo que también recomiendan estar atentos.

Por otra parte, la Estación Fitopatolóxica de O Areeiro (EFA) tiene una parcela de seguimiento en O Rosal, en la que se observan desde hace dos años señales de "Janetiella oenephila". Se trata de una "plaga menor" que hasta ahora estaba circunscrita al sur de la provincia de Pontevedra, pero parece que ha empezado a extenderse por las viñas de toda Galicia, puesto que se han encontrado síntomas de la plaga tanto en O Salnés como en Rianxo. La afección la causa un pequeño insecto, y se manifiesta en unos bultos duros que aparecen en la hoja, y que pueden llevar a confundir esta plaga con la erinosis o la filoxera. En cualquier caso, los técnicos llaman a la tranquilidad, pues el insecto no causó daños económicos ni en el sur de Europa, ni en Líbano o Turquía.

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