El gobierno de Vilagarcía sale en defensa de su concejala de Urbanismo, Paola María, para dejar claro que "la única razón" por la que la edil no desveló en la comparecencia plenaria del jueves la nueva situación urbanística de la parcela de Lantero en Rosalía de Castro es para "no dar trato privilegiado a ningún propietario ni favorecer la especulación urbanística adelantando información reservada y sensible sobre el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en trámite".
Garantiza el equipo socialista que todos los vecinos y dueños de propiedades del municipio dispondrán de toda la información en "el mismo momento y en las mismas condiciones", es decir, una vez que el planeamiento haya sido aprobado inicialmente por el pleno -previsiblemente a finales de verano- y se abra el periodo de exposición pública, que debe durar al menos dos meses.
"Adelantar los términos en los que queda esta o cualquier otra parcela antes de la aprobación inicial del PXOM sería una grave irresponsabilidad que el ejecutivo socialista no piensa cometer pese al interés concreto del Partido Popular porque se haga público el tratamiento futuro de los terrenos de Lantero", espeta el gobierno vilagarciano.
Aparte del equipo de Varela y de los técnico del Concello y de Eptisa, los únicos que son conocedores de la solución urbanística de la finca de Rosalía de Castro -con 27.000 metros cuadrados de superficie y ubicada en segunda línea de playa- son los grupos de la oposición, que firmaron un compromiso de confidencialidad con el Ayuntamiento para no hacer público el contenido del Plan Xeral que poseen en formato digital. Por tanto "no sería lógico" que lo hiciese el propio gobierno, que es el que pide esa discreción hasta "el momento legalmente establecido".
La comparecencia
¿Entonces qué sentido tuvo aceptar la comparecencia del pasado pleno solicitada por Esquerda Unida para que la concejala de Urbanismo despejase la incógnita de la nueva situación de los terrenos de Lantero? Arguyen desde Ravella que esa petición de comparecencia se realizó antes de que el ejecutivo municipal presentase a las demás fuerzas políticas de la corporación el documento del Plan Xeral, cuando los grupos no disponían de una información con la que ahora si cuentan.
Por tanto, pacto de silencio hasta la aprobación del planeamiento. Las únicas pinceladas que han salido a la luz pública son que el convenio urbanístico suscrito en 2004 entre la familia Lantero y el Concello queda totalmente descartado y por tanto no se incorpora al Plan Xeral porque "no es legalmente viable" y que el tratamiento previsto para esos terrenos no pasan por la firma de un nuevo convenio, como ya dijo el alcalde, Alberto Varela, en el pleno del jueves.
En este sentido, la edil Paola María manifestó que la parcela podrá desarrollarse en base a su condición de suelo urbano no consolidado, lo que obliga a la propiedad a ceder superficie al Concello para equipamientos públicos, y "siempre teniendo en cuenta los intereses generales del conjunto de los vilagarcianos", recalca el gobierno socialista.
Esta información de dominio público es la que el Ayuntamiento también proporcionó a los dueños del citado solar en un reunión "que se concedió como se hace con todo vecino o propietario que solicita entrevistarse con los concejales o con el alcalde socialistas. No hubo ninguna negociación", asegura el ejecutivo.
En cuanto a los encuentros con Urbanismo de la Xunta a los que acudieron miembros del gobierno, técnicos municipales y del equipo redactor del Plan Xeral, explica el equipo de Varela que en ellos se abordaron temas "de interés general y de la tramitación del PXOM, en su conjunto".
