Agentes de la Guardia Civil de Tráfico interpusieron, el pasado martes, una sanción a un ciclista en la PO-306 a su paso por Vilanova de Arousa, al interpretar que estaba incumpliendo la normativa que regula el uso de este vehículo. Los hechos tuvieron lugar el pasado martes, en la recta próxima al enlace con el puente de A Illa de Arousa, cuando los agentes de la Guardia Civil se encontraron con un grupo de ciclistas.

Parte del grupo viajaba con tres ciclistas en paralelo, cuando la normativa indica que el máximo permitido es de dos, lo que implicaba que ocupasen una importante parte de la calzada y existiese un riesgo evidente de que el infractor pudiese ser atropellado por algún vehículo que intentase adelantarlos. A esta infracción se suma que el ciclista viajaba "sin mantener la atención permanente a la conducción, conversando con otros ciclistas mientras ocupa gran parte del carril derecho, exponiéndose a un atropello". En la multa también se indica que existe un arcén, convertido en carril bici desde hace varios meses, por el que una bicicleta "puede circular en paralelo perfectamente" y cuya calzada se encuentra en perfectas condiciones para su uso, al ser de reciente construcción. La sanción asciende a 80 euros.

La multa se suma a otras que está interponiendo la Guardia Civil de tráfico en los últimos meses a ciclistas que no cumplen con la normativa fijada para esos vehículos, como puede ser la utilización obligatoria del casco en vías interurbanas, circular con más de dos ciclistas en paralelo mientras se invade la calzada o viajar con auriculares.

Esta es la primera de la que se tiene constancia en la comarca de O Salnés, pero en lugares como Pontevedra ya se han impuesto varias multas por conductas similares.

Una de ellas la cursó recientemente el Pegasus de la Guardia Civil, el helicóptero encargado de controlar desde el aire las infracciones de tráfico, que localizó a un grupo de ciclistas que viajaba de tres en tres en paralelo, poniendo en riesgo su vida ante un posible atropello.

Los agentes de Tráfico han comenzado a centrarse en este tipo de actitudes para tratar de reducir a la mínima expresión los numerosos atropellos de ciclistas que se han registrado en los últimos tiempos, con varias personas fallecidas. Bien es cierto que, en la inmensa mayoría de accidentes en los que se ven implicados estos vehículos de dos ruedas, la culpa no acostumbra a ser del ciclista arrollado, sino del vehículo que no respeta la distancia mínima de 1,5 metros a la hora de superarlo.

La comarca de O Salnés también tiene bastantes limitaciones a la hora de contar con sendas ciclables, lo que obliga a muchos de los ciclistas a recurrir a la carretera para poder realizar el trayecto, con el riesgo que ello conlleva para su seguridad.