El día grande de las fiestas en honor a Santa Rita llena Vilagarcía de devotos llegados de varios puntos de la comarca. Las misas, celebradas cada hora, desde las seis de la mañana, reunieron a cientos de fieles en la iglesia de Vista Alegre y sus alrededores, ansiosos por realizar sus peticiones a la "abogada de los imposibles".
Una multitud de puestos ambulantes ubicados a la salida del covento de Vista Alegre, en su mayor parte de rosquillas y velas, y dispuestos a hacer su particular agosto en el día de la patrona, dieron la bienvenida a los fieles que se acercaban al templo.
La mayoría de las personas asistentes a los oficios religiosos son puntuales cada año a su cita con la santa, y peregrinan hasta Vista Alegre desde que son niños. Es el caso de la familia de Verónica Güimil, que acude cada año desde Mosteiro porque "mi madre está ofrecida a la santa por un problema de salud que tiene mi hermano", comenta la joven que lleva peregrinando a Santa Rita desde los 12 años. Como ella, cientos de devotos llegados de O Grove, Meaño y otros puntos de O Salnés se acercaron a Vista Alegre para escuchar la misa y poner una vela a la imagen de su veneración. Los actos religiosos de mayor afluencia tuvieron lugar a primera hora de la mañana y a mediodía, cuando se celebró la misa solemne.
Golpes de calor y lipotimias
La multitud de personas reunidas en los alrededores del convento y las peregrinaciones nocturnas hicieron necesaria la intervención de los efectivos de Protección Civil, que atendieron a lo largo de la mañana en la carpa instalada al lado del convento, a varias personas por golpes de calor en el interior de la iglesia, y otros tres casos leves de lipotimias a primera hora de la mañana.
Según explican los voluntarios de Protección Civil, los mareos atendidos fueron causados por las caminatas que algunos devotos habían hecho durante toda la noche desde municipios próximos.
