Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un producto diferenciado de garantía para la salud pública

Mostrador con distintas botellas de la D.O. // Iñaki Abella

El Movimiento Vino DO plantea una nueva forma de entender el consumo para disfrutar de lo mucho que pueden ofrecer los caldos de calidad elaborados en las diferentes Denominaciones de Origen. Un disfrute que abarca todo tipo de apartados, desde la cultura al origen, la salud y la seguridad alimentaria.

A modo de ejemplo se explica que "saborear vinos con DO es profundizar en la cultura y la historia de cada región, ya que proyecta la identidad de cada territorio, sus valores y el sabor de sus tradiciones". De este modo, "las fiestas alrededor de la vendimia, el pisado de la uva, el primer mosto o las bodegas forman parte de la cultura del vino".

Lógicamente esto se plantea a partir de la garantía de origen y calidad del producto seleccionado y amparado con sellos como el de Rías Baixas, ya que las DO "protegen la tierra y respetan las raíces", elaborando un caldo que "es mucho más que un producto propio de una zona geográfica determinada, sino que representa la forma de entender el trabajo del vino en cada región".

Así las cosas, "la diversidad de cepas, la meteorología e incluso el suelo ofrecen un producto único que tiene que ver con los sabores que da la tierra".

Dicen en Movimiento Vino DO que los ciudadanos que se suman a esta iniciativa "muestran así su compromiso con los productores de cercanía", ya que el consumo de vino con certificado de calidad y origen "incide directamente en el desarrollo de la economía local y en el mantenimiento de las explotaciones vitivinícolas".

O dicho de otro modo, "consumir vino con DO es reconocer el esfuerzo del sector primario por ofrecer al mercado productos de una calidad contrastada"; posible por la utilización de "una materia prima excelente y el empleo de sistemas de producción que compatibilizan los últimos avances tecnológicos con el respeto por el producto final".

Un producto, dicho sea de paso, que ofrece seguridad alimentaria al consumidor, pues "los sistemas de producción y envasado de vinos con DO y su etiquetado permiten garantizar el consumo sin riesgos para la salud".

Eso sí, dejando claro que "tomar vino es bueno" si se hace con moderación, "como han demostrado diversos estudios". Y es que este producto "fortalece el sistema inmunológico, nos previene de enfermedades coronarias y aporta vitaminas y minerales al organismo, además de ser un estimulante para abrir el apetito".

Con todos estos ingredientes el Movimiento Vino DO cree posible lograr un estilo de vida propio, el de "aquellos que quieren experimentar el vino y lo que surge a su alrededor: gastronomía, turismo, naturaleza, cultura y amigos".

Compartir el artículo

stats