-¿Cómo se explica que hace unos meses ustedes y el PP se criticasen duramente de forma mutua y ahora formen equipo?

-Esto es política y lo que interesa son los vecinos de Sanxenxo. Si uno está en la oposición, lo normal es que critique al gobierno. Seguramente el señor Otero hablase maravillas del gobierno hace dos meses y cuando esté en la oposición eche pestes. A mí me interesa que se saquen adelante proyectos y para eso hay que tener estabilidad. Los posicionamientos políticos dependen de donde estés. Cada uno lo mira con el ojo que considere en su momento.

-¿Por qué esperaron a que se iniciase la obra de Luis Rocafort para pedir modificaciones?

-La Diputación es promotora y llevaba con ella expuesta desde noviembre. Si los vecinos nos hubiesen trasladado demandandas antes, nosotros se las habríamos pasado a la Diputación. Pero hablamos con los vecinos cuando se formó la Plataforma y solicitamos pequeños cambios con el tiempo sufiente. La modificación no era un cambio sustancial. No suponía cambios técnicos ni económicos ni mucho menos era un tema jurídico, como se nos dijo en la Diputación. En la PO-308 si hicieron varias modificaciones sin cambiar el proyecto. Fue una cuestión de voluntad, aunque le pese al BNG. Ante una propuesta recibimos una imposición.