Gonzalo Pita, de SAL, dará un paso atrás y dejará de ser alcalde de Sanxenxo el próximo día 29 tras un pacto con el PP para generar "estabilidad". Así lo anunció el viernes, tras romper el tripartito con BNG y PSOE por la falta de confianza existente tras los problemas con la Avenida Luis Rocafort.

-Ya ha anunciado todos los cambios. Imagino que se sentirá liberado.

-Efectivamente. Llevaba dos meses muy tensos. Primero por las formas que estoy recibiendo de la Diputación y en concreto del diputado de Infraestructuras por el tema de la reforma de la Avenida Luis Rocafort. Segundo, por los problemas con mi grupo de gobierno. Es verdad que ahora estoy liberado y sobre todo convencido de que era un paso valiente que tenía que dar.

-¿Cuándo comienzan los problemas con su equipo de gobierno?

-El día que se produce la rueda de prensa de David Otero y Coral González, acompañados de los otros dos concejales del BNG. Evidentemente eso generó una gran tensión. Yo ahí ya noto esa falta de lealtad, que fue la gota que colmó el vaso. Es verdad que ya venían existiendo cuestiones puntuales que no me gustaron. Pero desde ese momento, la tensión se palpaba en todas las conversaciones que estábamos teniendo.

-¿Qué pequeñas cuestiones no le gustaban antes del detonante?

-Eran cosas puntuales. Cuestiones de celos. Por ejemplo, cuando fuimos el concejal de Turismo y yo a Santiago para la presentación de "Cultura no Camiño" sentó mal. Existió el recelo de porqué no fue la concejal de Cultura también. Pues no fue porque no quiso. Estaba invitada. Son cosas que dices: ¿pero qué necesidad hay de andar con estas tonterías? ¿Qué está ocurriendo aquí? Parecía que se estaban buscando posicionamientos políticos con el objetivo de obtener algún tipo de protagonismo antes que tirar hacia delante con un proyecto que teníamos.

-Sin embargo, en ese momento cree que aún son cuestiones subsanables.

-Sí, porque incluso entiendo que dentro de un gobierno plural puede ser normal que existan estas pequeñas rencillas a partir de la mitad de la legislatura. Pero el detonante fue Luis Rocafort. Cuando hay un posicionamiento claro del lado de tus partidos y no de tu alcalde hay una falta de lealtad que rompe el pacto de gobierno, porque eso esa cláusula está escrita de forma explícita. Tiene que haber una lealtad por encima de las siglas políticas. Al estar en minoría, me di cuenta de que iban a ser dos años tremendamente complicados.

-¿Le sorprenden las reacciones?

-Me sorprende que ahora se echen las manos a la cabeza, porque todos sabían que hace más de dos meses que estaba en una situación en la que nadie me tendía la mano.

-La salida de Agís no ayudó a encaminar el mandato.

-A partir de ahí incluso diría que las relaciones en el gobierno mejoraron. Pero también hubo problemas porque comenzamos a gobernar en minoría. Hubiese sido salvable, pero pasado un año ves que cada uno mira más para su partido que para el equipo.

-¿Cuándo comienza a hablar con el PP?

-Yo había hablado con su portavoz para sentarme a negociar los presupuestos. David Otero hizo una rueda de prensa poniéndose a favor de su partido y de la Diputación el 27 de abril. La semana siguiente (primera de mayo) le pido que rectifique y él se niega. A partir de entonces me siento a hablar en clave de pacto para llegar a un entendimiento por el bien de los vecinos de Sanxenxo. Como portavoz de una agrupación liberal veo la oportunidad de dar estabilidad y cumplir mi programa y me pongo en contacto con el PP.

-Una vez empieza a negociar, ¿se lo comunica a BNG y PSOE?

-No. El pasado lunes le dije a David Otero que si oía algún rumor, era cierto que estábamos hablando con el PP.

-Entiende entonces que ellos ya debían dar por supuesto que el tripartito se podía romper.

-Claro, desde el mismo momento en el que dan una rueda de prensa en contra del alcalde son conscientes de lo que están haciendo. Blanco y en botella. Se posicionaron contra alguien que apostó muy fuerte por un cuatripartito. Apostamos por hacer un gobierno con dos partidos que si no es pactando con una agrupación liberal como la nuestra, tienen muy difícil gobernar. Les tendí mi mano y ellos me trataron así... Merecen lo que tuvieron. No hay vuelta atrás.

-¿Han hablado desde el cese?

-No hace falta. No se deben sorprender.. Este alcalde es liberal y libre y busca acuerdos por encima de todo para dotar de estabilidad a Sanxenxo y cumplir con lo que está escrito en los programas. Eso es para lo que vine. El motivo que tengo para dejar de ser alcalde es el mismo por el que me metí en política: conseguir cosas para mis vecinos.