El supuesto autor de un asalto a punta de navaja cometido el martes a plena luz del día en el centro urbano de O Grove fue enviado por el juez a un centro psiquiátrico, para que fuera atendido y medicado antes de quedar en libertad.

Se trata de B.M.L.P., según la Guardia Civil un delincuente habitual muy conocido en la villa grovense que tiene problemas con las drogas y que el martes por la tarde, en la calle Barqueiras, atracó presuntamente a una mujer amenazándola con su navaja.

Avisó él mismo

Como se explicó entonces, logró hacerse con el bolso de la mujer asaltada, en cuyo interior había alrededor de cincuenta euros, y en ese instante emprendió la huida. Esto hizo que la Guardia Civil iniciara su búsqueda y persecución, localizándolo y deteniéndolo al filo de las nueve de la noche, parece que después de que este hombre telefoneara al cuartel para indicar su paradero, confesar los hechos y entregarse.

Ya sucedió con otro vecino

Tras pasar la noche del martes al miércoles en los calabozos del cuartel de Borreiros fue puesto a disposición judicial, y fue entonces cuando el juez lo envió a la unidad de psiquiatría.

Se trata de la misma situación vivida hace solo un par de meses en la villa meca después de que otro conocido vecino destrozara los retrovisores de una veintena de coches aparcados en la calle.

En aquella ocasión el protagonista fue J.S.C., de 25 años, quien al parecer también habría destrozado la luna a un automóvil con una piedra. Había sucedido entre el cruce de Ardia y el barrio de Virxe das Mareas, donde tendría su domicilio el presunto autor de los hechos, quien la emprendió a golpes con los coches aparcados por las calles Alexandre Bóveda y la Carretera do Conde.

En el Juzgado de Cambados

Un par de días después de aquel episodio se supo que J.S.C. prestó declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cambados y que se recomendó su reconocimiento en un centro médico.

Pero independientemente de los cuidados o atenciones médicos o psiquiátricos que pudiera recibir entonces este vecino, que supuestamente ya había causado otros desórdenes públicos con anterioridad, lo que decidió el juez fue dejarlo en libertad, con obligación de prestar declaración en sede judicial cada quince días.