La Xunta de Galicia, representada por el secretario territorial en Pontevedra, Ramón Pereiro, y el Concello de Catoira, con el alcalde Alberto García como primer representante, supervisaron ayer las mejoras introducidas en la escuela infantil de Tarrío-Dimo, donde cursan sus estudios una veintena de niños.

El gobierno autonómico destinó 16.500 euros a dichas instalaciones educativas para ejecutar diversas obras de mejora, tales como la apertura de un hueco de ventilación para eliminar la condensación en las paredes o el acondicionamiento del patio de juegos exterior.

Pero además se invirtió parte del dinero en la adquisición de diverso material, como por ejemplo una pizarra digital con proyector, una mesa táctil interactiva, tabletas digitales, un mueble cambiador de bebés, un armario, hamacas, andadores de balancín, tronas y colchones; lógicamente material imprescindible para el buen funcionamiento de la escuela infantil.