La música es capaz de hacer extraños compañeros de viaje y de unir diferentes culturas para conseguir un producto diferente y genuino. Un ejemplo de ello es el caso del grupo Black Ice Twice, que mañana, a partir de las 23.50, se subirá al escenario del pub Con do Moucho de A Illa. Paulino Iglesias, vecino del municipio, y Adam Witworth, de Mánchester, cruzaron sus caminos en el metro de Madrid, sin saber que, unos años después, todo desembocaría con ambos asentados en el municipio de origen de Iglesias y recorriendo la comarca con una visión muy particular del rock en la que se aprecian los estilos que han influenciado a ambos.

Aunque las fuentes de las que ha bebido cada uno tienen matices bastante diferentes, los dos han conseguido localizar un punto de encuentro que les ha llevado a contar con un amplio repertorio. Witworth no duda en reconocer que sus influencias vienen del rock de los 70 y 80, con grupos de cabecera como INXS o David Bowie, a lo que se une una cierta tendencia a la electrónica que arrancaría con los Depeche Mode, mientras que el isleño solo coincide con su compañero en su amor por la música de los 70, ya que sus fuentes principales son el grunge de Nirvana o Soundgarden.

"Incluso las versiones que tocamos en cada concierto tienen un toque particular al adaptarlas a nuestro propio estilo, porque nuestro principal objetivo es divertirnos cuando subimos a un escenario", explica Iglesias. Eso será algo que podrán apreciar los que acudan al Con do Moucho mañana y que ya han visto en los conciertos que han realizado a lo largo de la comarca de O Salnés. Iglesias reconoce que "cuando tienes la necesidad de hacer algo, acabas adaptándote y buscando un punto de encuentro que nos satisfaga a los dos". Iglesias es voz, guitarra y batería del grupo, mientras Witworth también es voz del grupo, toca la guitarra y se encarga de las percusiones. Ampliar el grupo en el futuro es una posibilidad que está encima de la mesa, pero de momento, "en la furgoneta solo cabemos dos y los instrumentos, por lo que es algo complicado", explican entre risas.

Witworth, a pesar de estar en contacto con la música desde muy pequeño, no comenzó a tocar hasta los 23 años en su Mánchester natal. Un buen día, decidió romper con la monotonía y desembarcar en Madrid, lugar del que tenía muy buenos recuerdos de un viaje que había realizado unos años anteriores. Allí no dudó en recurrir a los anuncios de los periódicos para tocar en diferentes grupos de rock.

Por su parte, Iglesias se acercó a la música con 15 años, durante su estancia en Cádiz, donde llegó a participar en varios certámenes de la canción, siendo vencedor en alguno de ellos. Tras pasar por varios grupos de rock, e incluso, por una orquesta como cantante, acabó trasladándose a Madrid por cuestiones laborales. Fue allí donde se encontró, con Witworth tocando en el metro. Se acercó a él, y tras varias horas de conversación, se gestó una colaboración que fructificaría años después, con la llegada de Witworth a A Illa en febrero del año pasado, lugar del que se enamoró tanto que se ha convertido en un isleño más y está empadronado en el municipio.