El Museo da Salazón de Punta Moreiras guarda los secretos del mar en uno de los parajes más representativos de O Grove. De ahí que su visita sea imprescindible en fechas como la del Día Internacional de los Museos que este año se dedica a presentar "historias controvertidas de las que se pueda decir lo indecible".

La definición viene como anillo al dedo a este espacio museístico que guarda todo tipo de objetos relacionados con el mar, desde las típicas dornas y bucetas, a instrumentos y herramientas de tonelería, un motor Lores o un curioso invento que diseñó un pescador llamado Ricardo para la pesca del calamar y que consiste en un truel hecho de una rama en forma de horquilla que ha sido cruzada por un tubo de butano que sostiene la red.

Así lo explica el director de la instalación de O Grove, José Luis Escalante "Peliso" a los dos grupos de escolares asturianos que por la tarde visitaron las instalaciones de Punta Moreiras con motivo de la excursión escolar de fin de curso.

Pero también a varias familias que a lo largo de la jornada visitaron este espacio para disfrutar, despacio, de los nudos marineros, de la historia de las latas de conserva o de las técnicas de la carpintería de ribera. Pero en la visita sorprendió sobre todo la historia de "O mar de Oia", una de las aventuras de vida de muchos marineros de O Grove allá por los años cincuenta del pasado siglo.

"Los marineros pasaban 15 o 20 días en aguas de A Garda y Vigo para la pesca de la langosta a donde llegaban en sus dornas en las que llevaban unas nasas que se encartaban para ocupar menos espacio", explica con emoción el director del museo meco.

Pero también quiere hacer referencia a otro instrumento conocido como "molinete da navalla" que es como una especie de roldana, similar a las que se usaban en la época medieval para los puentes levadizos, que "tiraba del rastro y atrapaba el bivalvo".

El problema es que en aquel momento resultaba rentable porque había mucha navaja en el fondo del mar, y en estos momentos el uso de este apero solo serviría para dragar el fondo marino.

Escalante no se olvida de las embarcaciones tradicionales y así cita la conservación de una buceta de Muros y otra de Ferrol. "Hay muy pocas lanchas de este tipo en Galicia y por eso éstas son tan especiales para el Museo", subraya.

Por otra parte en la instalación puede verse el esqueleto de una dorna y otra que está completa pero sin pintar para que el público pueda ver los detalles de como ha sido construida.

Sin duda también causa sensación la enorme cantidad de tipos de nudos marineros que se han usado en este oficio a lo largo de los siglos, algunos de una enorme complejidad pero todos especialmente útiles para la función que se les encomienda.

Escalante reconoce que al ser jueves la jornada de puertas abiertas ha quedado un poco difuminada por lo que O Grove se suma a la iniciativa de extender la promoción durante el próximo fin de semana. Asegura Escalante que el Día das Letras Galegas el aluvión de personas ha sido espectacular.