El centro de interpretación de la conserva, en A Illa de Arousa, abrió ayer sus puertas para dar a conocer la importancia que tuvo este sector en la historia del pequeño municipio.

Solo en A Illa, cuando todavía pertenecía a Vilanova y no había un puente que les uniese al continente, llegaron a estar activas hasta siete industrias diferentes, un esplendor que fue languideciendo hasta no quedar ninguna de ellas, ni siquiera los edificios, salvo las chimeneas, que se encuentran protegidas por el Plan Xeral de Ordenación Municipal.

Una de las pocas naves conserveras que queda en pie es la antigua fábrica de conservas de Goday, la primera automatizada de Galicia y un auténtico referente del sector pesquero en el siglo XIX.

Adquirida por el Concello de A Illa a principios de este siglo, el inmueble se ha convertido en un centro de interpretación de la conserva en el que se muestran las máquinas que se utilizaban en el siglo XIX para hacer las conservas, así como las condiciones de trabajo de las operarias.

El espacio musealizado recibió varias visitas ayer, unas visitas que tuvieron como anfitriones a la edil de Cultura y Turismo, Rosa Viana, que les dio todo tipo de explicaciones sobre los elementos que todavía se conservan en el centro de interpretación, además de darles a conocer la importancia que tuvo el sector para la comarca de O Salnés, donde continúa siendo un gran motor económico.

Además de las explicaciones de la edil, los visitantes pudieron complementar sus conocimientos con las pantallas táctiles que existen en el interior del edificio, así como con un vídeo explicativo sobre la vida en el interior de una industria conservera.

El Concello de A Illa adquirió estas dependencias a principios del siglo XXI a través de un convenio urbanístico con la familia Goday, propietaria de la fábrica, apostando por la rehabilitación de la misma y por mantener algunas de las vetustas máquinas que todavía se encontraban en su interior.