El taller que dirigirá en Cambados Gustavo Ferreiro es mañana viernes, a las 20.30 horas, en Exposalnés. La entrada es libre, y algunos de los aspectos que se pondrán sobre la mesa son como distinguir la velutina de otras especies, y como poner trampas caseras.

El apicultor de Sanxenxo explica que esta época del año es muy buena para intentar cazar la reina, puesto que ésta se encuentra en plena actividad tras su letargo invernal. Para ello, se pueden utilizar determinadas trampas caseras.

Una de las más habituales consiste en utilizar dos botellas de agua de plástico vacías, que se rellenan con un líquido que atrae a las avispas, y que consiste en una mezcla de cerveza negra, vino blanco, zumo de algún fruto rojo y un poco de azúcar.

Estos artilugios se colocan preferentemente en árboles o arbustos que dan flores que le gustan especialmente a la avispa asiática, como los camelios, rododendros, azaleas, "callistemon" (que en algunas zonas son conocidos como limpiabotellas, por su forma alargada de color rojo) o frutales.

Gustavo Ferreiro anima a todos los vecinos a que echen una mano en la lucha contra la velutina y coloquen algunas trampas, "porque esto es un problema de todos, no solo de los apicultores". Plantea que "la lucha tiene que ser combinada, porque si lo dejamos todo en manos de las administraciones y de la retirada de los nidos cuando ya son grandes será imposible combatir la especie".

El apicultor arousano manifiesta que además de poner alguna trampa, los ciudadanos también pueden contribuir a frenar el espectacular avance del insecto avisando a las autoridades cuando vean un avispero, para que quede constancia de su presencia y se pueda ir en algún momento a retirarlo.

Gustavo Ferreiro argumenta que aunque a los apicultores la velutina les haga mucho daño (a él mismo se le murieron unas diez colmenas), el problema es para toda la sociedad. "Si sigue expandiéndose a este ritmo, en unos pocos años también habrá daños en los árboles frutales y en los viñedos. Además, mermarían otras poblaciones de insectos que son muy beneficiosos para la polinización, lo que perjudicará a la agricultura".

Tampoco se pueden obviar los riesgos para la población en el caso de determinados avisperos, como aquellos que se encuentran en zonas pobladas, como aldeas o incluso villas y ciudades, o de los escondidos entre la hojarasca de los viñedos.