El Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han detectado un fraude de 158.000 litros de gasolina subvencionada en embarcaciones de la ría de Arousa. En concreto, los barcos sancionados son un total de 86, que recibirán la correspondiente notificación por infringir la Ley de Impuestos Especiales.

El descubrimiento de este fraude se originó en el marco de una investigación que los agentes de la Guardia Civil realizaban contra el tráfico de drogas en la zona de la ría de Arousa. En los seguimientos realizados, los agentes observaron como los tripulantes de varias embarcaciones desembarcaban garrafas con gasolina en tierra y las transportaban en sus vehículos particulares. A raíz de eso, se montaron varios controles operativos para detectar el fraude de la gasolina subvencionada.

Una vez confirmadas las sospechas, se decidió ampliar los controles a las principales gasolineras en ambos márgenes de la ría de Arousa, momento en el que se comprobó que el volumen de embarcaciones que repostaban y sacaban las garrafas hacia sus vehículos privados era bastante superior a lo que se preveía en los inicios de la investigación.

El cálculo de la defraudación incluyó un complejo estudio documental sobre los datos de los respostajes de embarcaciones sobre las que recaían las sospechas, llegando a contrastar con Capitanía Marítima las capacidades de los depósitos para los que tenían autorización. Tras el cruce de todos los datos obtenidos, litros repostados y capacidad del depósito, se realizó un cálculo de la cantidad de combustible que 86 embarcaciones habrían repostado fuera de sus depósitos, deduciéndose una cantidad estimada de 158.00 litros solo en la ría de Arousa.

Esta cifra sería la cantidad mínima defraudada, explican desde la Guardia Civil, ya que la exacta resulta imposible de cuantificar debido a que se descartaron los reportajes inferiores o iguales a las capacidades de los depósitos autorizados. A ello se une que, a diferencia del gasóleo, la gasolina no posee trazadores que puedan permitir su detección en el uso fraudulento, lo que permite su uso en automóviles privados sin derecho a bonificación.

Como ejemplo de la defraudación, la Guardia Civil pone el caso de una embarcación que pudo llegar a repostar hasta 7.672 litros de combustible en exceso, lo que supone que, llevando el tipo de motor que posee a toda velocidad, podría salir desde Galicia a Colombia y regresar, repitiendo el viaje de 8.000 millas del trayecto.