Cerca de un millar de alumnos llegados desde diferentes puntos de Galicia, y convocados por el Instituto Monte da Vila, en el Concello de O Grove, tomaron ayer la playa meca de A Lanzada para asistir a una de las actividades más esperadas cada curso académico. Se celebraba una nueva edición, y ya van trece, de la jornada de convivencia para la elaboración de esculturas de arena, este año con el espacio sideral como fuente de inspiración.

De este modo los alumnos complementan el trabajo realizado en las aulas, sobre todo en asignaturas relacionadas con el dibujo y las artes plásticas, al tiempo que disfrutan de un día de convivencia en el que hacer amigos y divertirse, todo ello desde valores como el respeto y el compañerismo.

El Instituto Monte da Vila envió hasta A Lanzada a una parte de sus estudiantes, lógicamente, y cursó la invitación correspondiente a los demás centros, entre ellos el IES de A Illa de Arousa, el IES Francisco Asorey de Cambados, el IES de Vilalonga (Sanxenxo) y el CPI Santa Lucía de Moraña.

La relación se completaba con el IES Leiliadoura de Ribeira, el instituto de Poio, A Xunqueira de Pontevedra, el María Soliño de Cangas, el Alexandre Bóveda de Vigo, Rosais II, también de la ciudad olívica, el Manuel Suárez Marquier de O Rosal, el Rafael Puga Ramón de A Coruña y el Castro de Baronceli de Verín (Ourense).

Ni que decir tiene que de este modo la playa grovense de A Lanzada se convirtió en epicentro de la actividad educativa en Galicia para los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato. Y no solo lo fue para los que tuvieron esta oportunidad sino para todos aquellos que se quedaron con las ganas de disfrutarla.

Como se explicaba anteriormente, la temática elegida en esta ocasión era el espacio sideral, tanto conocido como imaginario, tratando de que los alumnos pudieran recrear diferentes figuras diseñadas previamente por ellos. Como en años anteriores se hizo con seres mitológicos, animales marinos, juegos de mesa y otros muchos motivos de inspiración.

Finalmente los escultores de arena, que se emplearon desde la 9.00 hasta las 14.00 horas, disfrutaron de una mañana apacible desde el punto de vista meteorológico.