El mar y Vilaxoán forman una unidad prácticamente indivisible. La relación entre ambos se ha visto forjada a lo largo de multitud de generaciones que han invertido su vida entera en cuidar el vínculo. La aparición hace varias décadas del Club de Remo Vilaxoán no ha hecho más que potenciar un idilio que no tiene reparos en manifestar su pasión en forma de buenos resultados deportivos. El mar ya no es solo la fuente de sustento de un importante número de vecinos del lugar, sino también un escenario en el que mostrar a bordo de una embarcación el orgullo de ser vilaxoanés.
La familia del club ha ido creciendo con el paso de los años. Son cada vez más los niños y niñas que se hacen hombres y mujeres con el paso de los años curtiéndose sobre una embarcación con el remo, la salitre y el sol, pero solo ellos son los que pueden disfrutar de todo lo que supone el esfuerzo y el compañerismo que implica competir en condiciones difíciles dado que el mar no se casa con nadie.
Esa "afouteza" vilaxoanesa ha alcanzado este curso su máximo nivel con la presencia de hasta cinco embarcaciones en el Campeonato de España de bateles disputado en Sestao. Allí, en la ría bilbaína el Club de Remo Vilaxoán se convirtió en la entidad con mayor representación de todo el país. Un absoluto reflejo de lo que es un trabajo bien realizado y que ha obtenido una compensación sin precedentes en la historia de la entidad.
"Que Vilaxoán haya tenido cinco tripulaciones en Sestao, más que clubes históricos como Pasajes de San Juan, es algo realmente increíble", apunta Rogelio Tarrío, presidente, entrenador y remero de un club en el que lleva más de 25 años adquiriendo sabiduría a base de experiencia propia para aplicarla en la mejor formación posible. Junto a él otros nombres propios en el trabajo de sacar adelante un club en la materia técnica como son los casos de Miguel Alcalde, Francisco Javier Alcalde "Chico" y José Luis Patiño.
Toda esa ilusión por competir cada vez más y mejor, sumado al carácter intrínseco de Vilaxoán, ha convertido al club en uno de los que mayor identidad genera de los muchos que hay en Vilagarcía. A las 105 licencias que suma el colectivo entre todas las categorías masculinas y femeninas, hay que añadirle la desinteresada labor de entrenadores, directivos y familiares.
Precisamente esa identidad que se transmite de padres a hijos, y viceversa, es la clave de la sostenibilidad de un club que hace un esfuerzo ímprobo por atender toda la demanda que le retorna su propio buen hacer. "Este año no nos llegaba un autobús para mover por toda Galicia a los más de 70 remeros que compitieron en bateles. Teníamos que ir con dos furgonetas más para poder desplazar a todos", apunta el presidente.
Pensar en un mayor crecimiento del club a corto plazo se antoja casi imposible. Rogelio Tarrío no oculta la realidad y sabe que el club está muy limitado en cuanto a medios y economía para sostener lo que está siendo una evolución continua. "Crecer más de lo que lo estamos haciendo es imposible. Nuestra pelea ahora es por mantener este nivel y pensar en crecer hacia dentro y pensar en mejorar con todo el potencial humano que ya tenemos. No podemos caer en el error de sobredimensionar el club perjudicando su funcionamiento interno porque conocemos nuestros límites, aunque también es cierto que cada año es un volver a empezar", declara Tarrío.
Cuestión al margen merece la batalla económica necesaria para poder sacar adelante tanta ilusión. Los gastos de materiales, embarcaciones y desplazamientos obligan a hilar muy fino para que la buena salud financiera de la entidad se mantenga inalterable. Los logos de Cuca y Ratibrom, así como el de otras empresas, lucen en las embarcaciones y remos para agradecer la colaboración. Lo mismo sucede con administraciones como Autoridad Portuaria, Diputación de Pontevedra y Concello de Vilagarcía.
Afianzados en la modalidad de bateles como una de las mejores entidades de España, el reto competitivo del Club de Remo Vilaxoán pasa ahora por dar un paso adelante en trainerillas y traineras. La dificultad es manifiesta, Rogelio Tarrío deja claro que "la diferencia de presupuestos en las traineras es algo desorbitado. Cualquier remero que despunta en un club pequeño ya es fichado a base de talonario".
Para la inminente temporada de trainera, la plantilla vilaxoanesa estará formada por 15 remeros sénior a los que se sumarán cuatro aún juveniles y Rebeca Ferreirós como patrona. Previamente también se competirá en trainerilla con tripulaciones en las tres categorías. Incluso el club estrenará este curso una trainera de última generación con una inversión de 36.000 euros con el afán de seguir creciendo entre la élite nacional.
