| Una de las consecuencias más positivas de las obras del TAV a su paso por el Ullán fue la potenciación del entorno natural de la laguna de Pedras Miúdas, en Catoira. Fue allí donde, como compensación por los trabajos del Eje Atlántico, se construyó un centro de interpretación que, como se explicó en varias ocasiones, está permanentemente en el punto de mira de los vándalos, quienes además de realizar pintadas en las paredes del inmueble causaron destrozos importantes en el interior. A estas alturas hay que decir que los desperfectos aún son evidentes y que este centro de interpretación presenta una preocupante imagen de abandono y deterioro. Y eso a pesar de que sigue carente de contenido e infrautilizado. Puede añadirse además que los viales de acceso al edificio están en pésimo estado, para decepción de la gran cantidad de ciudadanos que acuden a la laguna.