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La billarda como excusa

Medio centenar de jugadores competían ayer en Xil en la disputa del "Xerro do Salnés"

Asistentes al campeonato de billarda celebrado ayer. // Iñaki Abella

Más de medio centenar de jugadores competían ayer en Xil en el "Xerro do Salnés", un torneo ya tradicional de billarda que lleva celebrándose cada año desde hace una década. Entre ellos, casi un treintena de jugadores procedentes de la Terra Chá, pero también otros de Santiago, Vigo y varias localidades de la comarca.

"Esta competición de billarda -explica uno de los promotores, el lucense Xermán Pérez- es una disculpa para encontrarnos palanadores de toda Galicia aquí en Xil y disfrutar juntos de una jornada de convivencia antes de afrontar el campeonato gallego, a finales de mes, en Santiago". Este deporte "empezamos a recuperarlo en Galicia en la comarca de Terra Chá hace unos quince años, y de ahí el primer sitio al que dio el salto fue precisamente aquí a Meaño, por iniciativa de Abel Cancela, que regenta una taberna en Xil y se mostró interesado en contar con nosotros para organizar un torneo".

Así nació hace una década el "Xerro do Salnés", a modo de competición "que promovía la rivalidad entre jugadores del norte y sur de Galicia, si bien ahora se concibe ya como un torneo abierto, de carácter individual".

Ayer se celebraba precisamente en la Taberna de Cancela, antes de que los jugadores se desplazaran a Cobas para visitar sus furanchos y disfrutar de un almuerzo. Por la tarde se iniciaba la competición propiamente dicha en el recinto de As Angustias, la cual se prolongaba hasta última hora. En juego estaba un trofeo con forma de gran jarra de vino ya tradicional cada año en este encuentro.

Versátil y económico

"Cuando empezamos recuperando la billarda -explica Xermán Pérez- no existía ni reglamentación al uso y nosotros fuimos investigando para crear una que diera uniformidad a este juego". Así, los "palanes", que es como se conoce al palo con el que se golpea la billarda, "eran pequeños porque estaba concebido como juego de críos, y nosotros decidimos que fueran algo más largos, reglamentando su longitud en sesenta centímetros, mientras que la longitud de la billarda en sí puede oscilar entre los 18 y los 22 y su grosor no puede exceder de los tres centímetros".

En base a esas medidas desde la Terra Chá se impulsó la Liga Nacional de Billarda, que actualmente se juega en tres confederaciones: la de Lugo, la de Rías Baixas -en la que están inmersos lo jugadores de O Salnés- y la confederación de la zona de A Coruña y Santiago. "Actualmente somos algo más de 300 jugadores compitiendo en esta liga, y el domingo 28 de mayo los campeones de cada confederación se dan cita en Santiago para dirimir el 'coroceiro nacional', esto es, el campeón gallego".

La billarda está ganando adeptos año tras año. Sus ventajas, su versatilidad y economía. "Es versátil -explica Xermán Pérez- porque es ideal para competir de forma mixta y se adapta muy bien a todas las edades, por lo que cada vez estamos contando con más mujeres, y también con niños, a los que tratamos de llegar a través de los colegios". En cuanto a la parte económica, "cualquiera puede fabricar un palán y una billarda, basta con elegir una madera resistente, que bien puede ser de carballo o de eucalipto, pero quizá mejor aún el tojo, que son maderas fuertes que aguantan el golpeo; otras como el pino son frágiles y no sirven".

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